La compleja red de sobornos del caso Odebrecht, que se dio a conocer a finales del 2016 en Brasil, ha salpicado a México. Fue la organización Mexicanos Unidos contra la Corrupción y la Impunidad la que ha destapado los vínculos que desde el 2009 mantenía el entonces presidente mexicano Felipe Calderón y la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) con la empresa brasileña Odebrecht.
Una de las evidencias que involucra a México es un correo electrónico fechado el 8 de diciembre del 2009 de dos ejecutivos de Odebrecht- Roberto Prisco Ramos y Alexandro Alencar-, en el que gestionaron una reunión entre Calderón y el entonces presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, como parte de su estrategia de negocios en Pemex.
Dos meses y medio después, ambos mandatarios se encontrarían en la Cumbre de la Unidad Latina y del Caribe celebrada en México, para anunciar la inversión de 2.500 millones de dólares que realizaría Braskem, filial de Odebrecht, en la construcción de una petroquímica, la planta Etileno XXI, en el estado mexicano de Veracruz.
¿A cuánto asciende las preferencias entregadas a Odebrecht?
"Ellos (Braskem) consiguieron que Pemex les diera un precio preferencial en el suministro de gas para poder obtener mayores ganancias. Fue parte de la negociación por la inversión. El problema para nosotros es que no podemos saber a cuánto asciende el precio preferencial que se le dio a Odebrecht, porque ahora con el gobierno de Enrique Peña Nieto, Pemex nos puso esa información como reservada, por 20 años", dijo a RT el coordinador de la Unidad de Investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, Daniel Lizárraga.
Pero ese no fue todo el apoyo que recibió la empresa brasileña durante el gobierno calderonista, ya que en el 2011 se produjo en la residencia oficial de Los Pinos una inusual reunión del Consejo de Administración de la división petroquímica de Odebrecht, entre otros encuentros. Además, dos bancas de desarrollo mexicanas otorgaron a Braskem 400 millones de dólares en créditos.
"En ningún caso las reuniones con el presidente de Brasil o con los inversionistas implicaron acuerdos al margen de la ley o que les confiriesen ventajas indebidas a estos. En todo momento se veló por el interés superior de México y el respeto irrestricto al Estado de derecho. Por supuesto, la sola insinuación de soborno hubiera sido absolutamente inaceptable", comentó Calderón a través de un comunicado.
"Una corrupción institucionalizada"
De acuerdo con el expediente que posee la Corte Federal de Nueva York, revisado por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, Odebrecht ganó contratos en Pemex para la construcción de 4 grandes obras por más de 2.000 millones de dólares, y no por 39 millones como lo han declarado sus ejecutivos.
"Aquí de lo que estamos hablando es de un tipo de corrupción que estaba institucionalizada en la misma compañía Odebrecht. Ellos tenían un departamento llamado 'Departamento de Operaciones Estructuradas', que en otras palabras era el departamento de los sobornos. Contaba con su propio presupuesto para llevar a cabo estas operaciones y en virtud de esto pudo movilizarse con mucha libertad en toda la región", afirmó por su parte el analista internacional Geovanny Vicente Romero.
Hasta el momento, el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha enviado a la Procuraduría mexicana la investigación y los testimonios de 77 colaboradores, que contienen información sobre el 'modus operandi' de los directivos de Odebrecht, sin que aún sea posible conocer quién o quiénes recibieron estos jugosos sobornos en México para beneficiarlos.