Detectan chorros de plasma supersónicos en nuestra atmósfera (IMÁGENES)

Los chorros de plasma supersónicos alcanzan hasta 10.000 grados centígrados.

Científicos de la Universidad de Calgary han dado con chorros de plasma que se desplazan a velocidades supersónicas tras el análisis de datos de la misión satelital Swarm, un programa de la Agencia Espacial Europea. El descubrimiento de estos chorros de plasma, que pueden alcanzar temperaturas de hasta 10.000 grados centígrados, fue develado en el marco de la semana dedicada a la misión Swarm en Canadá, informa la ESA.

Los investigadores explicaron cómo con la ayuda de las mediciones del conjunto de satélites lograron construir sobre lo que se sabía acerca de las grandes emisiones de corriente eléctrica en las capas altas de la atmosfera.

El científico Noruego Kristian Birkeland expuso hace más de 100 años la teoría sobre la existencia de corrientes eléctricas gigantescas impulsadas por el viento solar y desplazadas a través de la ionosfera por el campo magnético de la tierra. Fue con la llegada de los satélites que se logró medir estas corrientes en la década de los setenta.

Bill Archer, de la Universidad de Calgary, citado por la ESA manifestó que "gracias a los instrumentos de campo eléctrico de los satélites" fueron capaces de descubrir que los campos eléctricos "impulsan a los chorros de plasma a desplazarse a velocidades supersónicas".

Estas corrientes son responsables de los arcos de la aurora y transportan hasta 1 TW de energía eléctrica a las capas superiores de la atmosfera.

"Estos recientes resultados del programa Swarm aportan conocimiento del potencial eléctrico y del voltaje de estas corrientes, aumentando nuestra comprensión del circuito de Birkeland, y de la caracterización de la organización del sistema acoplado de la magnetosfera-ionosfera", añadió David Knudsen, investigador de la misma universidad.

El trabajo científico se suma a otros develados en la reunión científica de la semana dedicada a la misión Swarm. Esta misión fue aprobada en 2004, y desde 2013 cuenta con tres satélites que han estado midiendo y exponiendo las diferentes señales magnéticas que provienen del núcleo de la Tierra, el manto, la corteza, los océanos, la ionosfera y la magnetosfera.