Ya en el pasado las autoridades británicas pensaron en llevar a cabo una ruptura total con Europa: concretamente, colocando una bomba nuclear dentro del Eurotúnel que une a Inglaterra con Francia bajo las aguas del canal de La Mancha, informa 'The Independent' tras consultar unos antiguos documentos secretos en los Archivos Nacionales del Reino Unido.
Así, el diario afirma haber descubierto "los bocetos de un atrevido plan, elaborado por una sucesión de servidores públicos de alto nivel y altos oficiales militares, para un 'Brexit' muy duro".
Destrucción del túnel, ¿por qué?
Durante décadas, el proyecto de construcción de un túnel que uniera la isla de Gran Bretaña con el continente europeo fue paralizado por el miedo a que fuera utilizado para una posible invasión militar.
Se temía a los 'bárbaros a las puertas de Calais'
"El plan para cortar nuestro enlace físico con Europa se hizo antes de que se construyera el túnel, en un momento en que se temía a los 'bárbaros a las puertas de Calais' -según palabras de un funcionario- que no eran 'hordas' de inmigrantes sino un Ejército soviético invasor", reza el artículo.
La primera referencia encontrada en los archivos secretos a la destrucción de un futuro túnel mediante una bomba nuclear fue en noviembre data de 1959. En pleno debate sobre este ambicioso proyecto de construcción, el Ministerio de Defensa quiso tranquilizar a los más recelosos asegurando que la obra podría ser demolida en su totalidad con fines defensivos en caso de que fuera necesario.
"Colapso irreversible"
Más tarde, en febrero de 1974, Michael Legge, funcionario del Ministerio de Defensa, explicó que una explosión provocada por un explosivo convencional dejaría "prácticamente intacto" el túnel, ya que la potencia del estallido se disiparía a lo largo del mismo.
'The Independent' localizó un documento de esa época con una lista de posibles estrategias para inutilizar el túnel. La primera opción que contemplaba era realizar "cortes de luz", pero se iba haciendo progresivamente cada vez más destructiva conforme avanzaban los puntos.
La opción 14 de esta lista era un "colapso total" causado por la utilización de municiones de demolición atómica, que sería "100% efectivo" para producir un "derrumbamiento completamente irreversible" del túnel.
"Daños colaterales"
Sin embargo, Legge admitía que este sistema tenía también inconvenientes: la utilización de este método de destrucción podría convertir el túnel en un cañón de 30 millas de largo que disparase bombas nucleares hacia ambos extremos; concretamente, hacia la británica Kent y hacia la francesa Calais.
Las palabras "víctimas civiles" no figuran en el acta de la reunión, pero -apunta el diario- en la copia que sobrevive en los Archivos Nacionales alguien escribió: "¿Qué hay de los daños colaterales?". "Legge parecía más preocupado por la cuestión de los costos", sostiene el periódico.
Asimismo, existía una opinión unánime en cuanto a ocultar este plan a los franceses, tal y como expresaba en 1969 el brigadier John Constant, jefe de la División de Ingeniería del Eurotúnel del Ministerio de Transporte: "Mi propuesta es que se designe a un representante del Ministerio de Defensa para que examine nuestros planes en secreto".