El ataque de misiles de crucero lanzado este viernes por EE.UU. contra Siria, ha desatado una humareda de opiniones sobre los verdaderos motivos que habría movido a Washington a llevar a cabo esta primera acción militar deliberada contra Damasco.
El politólogo y periodista Gueórgui Bovt expone en el portal BFM.ru una serie de explicaciones a estas últimas "acciones bruscas" de EE.UU., siendo una de ellas que Washington se mueve según el principio: "primero disparamos, luego investigamos".
En este sentido, Bovt recuerda que en la provincia de Idlib, donde, según la Casa Blanca, las fuerzas del Gobierno sirio llevaron a cabo este martes un ataque químico contra la localidad de Jan Sheijun que dejó decenas de muertos, "no hubo una investigación del ataque con armas químicas" para esclarecer "de dónde llegó el sarín, quién lo guardaba o producía".
"Tampoco han tenido en cuenta que el debilitamiento de Bashar al Assad refuerza a los terroristas", conjetura el periodista, que compara esta actitud con la de "un elefante en una cacharrería". "Algunos pueden decir que Trump actúa como un tonto de remate que no entiende de sutilezas en cuestión de política mundial y, en particular, en Oriente Medio", asegura Bovt, que aporta otra explicación: el hecho de que Trump es un "hombre de negocios experimentado que a la hora de realizar varias transacciones prefiere tener más triunfos en la mano".
¿Qué tienen que ver China y Corea del Norte con el ataque?
El periodista enfatiza que el ataque "fue sincronizado" con la visita del líder chino, Xi Jinping, a EE.UU., mientras que el problema norcoreano fue uno de los que estuvieron sobre la mesa en su encuentro con el mandatario asiático.
Washington quiere que "Pekín presione a Pionyang para que suspenda su programa nuclear y de misiles", recuerda Bovt, que baraja en su explicación el supuesto imaginario de un "diálogo entre los dos líderes".
En esta hipótesis el experto especula con la idea de que Trump podría haberle explicado a Xi Jinping que el ataque en Siria no fue realizado porque EE.UU. "es malo o no respeta el derecho internacional", sino porque "Assad, verdugo y tirano, utilizó un arma de destrucción masiva".
Y a renglón seguido, como si se tratara del truco de un negociador experimentado, Trump podría haber desviado el tema hacia Corea del Norte: "Por cierto, ¿y qué vamos a hacer con Kim Jong-un?". De esa forma conectaría los dos casos.
"Al menos una victoria"
Asimismo, el periodista cree que el ataque contra Siria podría ir destinado a generar "un efecto mediático interno", dado que —con la popularidad de Trump en descenso— es importante para el mandatario estadounidense "demostrar al menos una victoria, donde se".
Apoyo del 'establishment' y mejora de las relaciones con Israel y Turquía
En cuanto a la lectura 'de puertas adentro' del ataque contra Siria, Bovt recuerda que en el partido republicano "ahora le apoyan incluso sus apasionados críticos como los senadores-halcones John McCain y Lindsey Graham". Asimismo, con este ataque Trump "recobró las buenas relaciones con Israel y Turquía", enturbiadas "simultáneamente" durante el mandato de su predecesor, Barack Obama, debido a "la presencia de fuerza de EE.UU. en la región de Jordania y Arabia Saudita".
Reacción diplomática "sopesada" de Moscú
Con Rusia "es más difícil", afirma Bovt, porque —recuerda— Washington "no advirtió a Moscú por vía política de los ataques, sino dos horas antes de que se produjeran y por la línea de la vía militar". Con todo, el experto añade que la reacción diplomática de Rusia —en referencia a las palabras del portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, acerca de que el apoyo de Rusia a Al Assad "no es incondicional"— fue "sopesada" en aquel momento, la noche del ataque.
Sin embargo, el periodista sostiene que Trump "no quiere una ruptura completa con Putin" ahora que "las relaciones aún no están bien establecidas". Asimismo, recuerda que "lo importante no son las palabras sino los hechos" y que Moscú, por su parte, actuó suspendiendo el memorando de cooperación con EE.UU. sobre la prevención de incidentes y la seguridad aérea en el espacio aéreo sirio.
Sin embargo, Bovt destaca que eso no impide el cumplimiento del memorando sobre la práctica, ya que ni Washington ni Moscú "van a meterse en la boca del lobo ahora para buscar y encontrar el casus belli". "En los próximos días los estadounidenses no van a repetir los ataques contra Assad, por lo menos, antes de que el secretario de Estado de EE.UU, Rex Tillerson mantenga las negociaciones en Moscú", subraya Bovt.