Los exfuncionarios policiales y militares detenidos y señalados por el Gobierno venezolano de organizar un golpe Estado, según la denuncia presentada este miércoles por el diputado Diosdado Cabello, vaticinaban un alto nivel de violencia entre los propios ciudadanos.
Según las autoridades venezolanas, el supuesto golpe estaba organizado por un grupo identificado como 'Los Próceres', integrado, entre otros, por los dirigentes socialcristianos Roberto Enriquez y Oswaldo Álvarez Paz; un coronel retirado de nombre Zomacal Longo; el actual presidente del Parlamento, Julio Borges, y un exfuncionario de inteligencia llamado Eduardo Vetancourt.
Este último es quien señala en una llamada telefónica interceptada por el Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN), que se debían activar acciones violentas de "vecino contra vecino", y también utilizar explosivos C4 para "remover al Gobierno por la fuerza" e impulsar uno de facto, detalla un reporte de la agencia AVN.
"Déjame decirte algo respecto a la violencia" ―indica el expolicía Eduardo Vetancourt a un contacto que resultó ser un agente encubierto―, "aquí la peor violencia va ser la de vecinos contra vecinos, porque Venezuela y el venezolano funcionan de esa manera".
¿Los venezolanos?
Al periodista Arlenín Aguillón, especialista en análisis del discurso, le llama la atención que los supuestos organizadores del golpe hablen de los venezolanos en tercera persona, como si se refirieran a individuos de otro país.
Consultado por RT, Aguillón explicó que "[ellos] hablan en tercera persona porque los principales activistas u operadores políticos no estarán en esas áreas de confrontación, porque ese no es su rol".
El periodista descarta que en Venezuela se escenifique una confrontación pueblo contra pueblo, ya que según precisó, "en estos momentos no existen condiciones objetivas para eso. Pero eso no significa que no se pueda construir la imagen de esa guerra entre vecinos. Ellos tienen los métodos y parlantes [medios de comunicación] suficientes para hacer creer que ese enfrentamiento está ocurriendo".
Las confesiones que se escuchan en el audio difundido por Diosdado Cabello confirman que "esa hipotética confrontación es inducida", asevera Aguillón.
La percepción
El analista venezolano señala que en lo últimos tres años, los "poderes fácticos conservadores" centraron su estrategia en elevar la histeria colectiva o la crispación social en este país latinoamericano.
En ese sentido, añadió que "todo su sistema de medios de comunicación ha mantenido campañas para generar esa histeria. En algunos momentos, la histeria colectiva ha sido más elevada que en otros".
Pero, ¿cuál es la razón de esa estrategia? Arlenín Aguillón asegura que los adversarios del chavismo "necesitan el menor número de razonamientos posibles para que sus planes sean aceptados. A mayor histeria, menor es el razonamiento de una persona y mayor es la aceptación de alguna solución que le presenten".
Una red
Para este especialista en análisis del discurso, es importante que las personas que reciben esos mensajes entiendan que se trata de "una red donde existen diferentes actores y distintos escenarios. Se debe analizar el plano simbólico, donde toma un papel fundamental la percepción de una realidad".
Los opositores a la Revolución Bolivariana han logrado construir esa percepción de inestabilidad ―según Aguillón― "amplificando realidades" adversas que el Gobierno no ha sabido resolver.
Para conseguirlo, se manipulan hechos reales "incluso, estableciendo una mejor conexión simbólica, lógicamente en el plano subjetivo, con personas que hoy están distanciadas o descontentas con el Gobierno", concluye el periodista.
Ernesto J. Navarro