La línea aérea estadounidense United Airlines vuelve a ser objeto de escándalo. Durante la última semana se hizo eco ampliamente de la expulsión forzosa y a rastras de un pasajero por sobreventa de billetes, un incidente que sometió a la compañía a una lluvia de críticas. Ahora United encara una nueva queja de un pasajero al que obligaron a abandonar un avión bajo amenaza de llevárselo esposado. Una vez más, el detonante fue la falta de asientos.
En esta ocasión, según el rotativo 'Los Angeles Times', el afectado fue Geoff Fearns, un miembro del programa de viajeros frecuentes que pagó unos 1.000 dólares para viajar en primera clase de Lihue (Hawái) a Los Ángeles (California). Fearns, de 59 años, es el presidente de la empresa de inversión TriPacific Capital Advisors y la semana pasada compró un billete de primera clase en United Airlines para volver a la ciudad californiana después de asistir a una conferencia de negocios en Hawái.
Según ha confesado Fearns, ya había tomado asiento cuando empleados de la aerolínea le pidieron que desocupase la butaca, ya que la necesitaba "una persona más importante que llegó en el último momento". "Me dijeron que tenían una lista de prioridad y que esa persona estaba más arriba en esa lista", ha detallado Fearns.
El pasajero ha lamentado que no le hubiesen dicho nada en la puerta de entrada. "Ya estaba en mi asiento. Y después me dicen que no tenía elección. Me dijeron que me esposarían si se veían obligados a hacerlo", se ha quejado. Al final, la compañía obligó a Fearns a sentarse en clase económica. El periódico ha detallado que todo se debió a que la aerolínea sustituyó, al parecer por problemas técnicos, el avión en el que inicialmente tenía que realizarse el vuelo por otro más pequeño y con menos asientos de primera clase.
Posteriormente, Fearns pidió en una carta dirigida al director ejecutivo de la aerolínea, Oscar Muñoz, el reembolso completo de su billete y solicitó que la empresa haga una donación de 25.000 dólares a la organización sin ánimo de lucro que él mismo elegiría. United Airlines negó la solicitud y se limitó a ofrecerse a pagar la diferencia de precio entre los dos billetes y darle un bono de 500 dólares para la compra de un nuevo billete.
El escándalo
El pasado domingo 9 de abril, un médico fue sacado a rastras de un avión de United Airlines al negarse a abandonar su asiento después de que se produjera un problema de sobreventa de billetes. Los hechos ocurrieron en el aeropuerto internacional O'Hare de Chigago (Illinois) a bordo del vuelo 3411 entre esa ciudad y Louisville (Kentucky). El incidente fue grabado en vídeo por más de un pasajero y las imágenes causaron un gran revuelo en Estados Unidos. En las redes también aparecieron memes con los que los internautas se burlaban de la compañía.
El episodio fue criticado especialmente en China, ya que el hombre expulsado era de origen asiático. El escándalo del domingo causó tanta indignación en la sociedad que Muñoz tuvo que publicar varios comunicados de disculpa y aseguró que no se volverá a recurrir a agentes de Policía para sacar a los pasajeros de los aviones en caso de sobreventa de billetes.
- Por si fuera poco, a finales de marzo United Airlines provocó otra avalancha de críticas en las redes tras impedir embarcar a dos chicas por su forma de vestir.