El narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, mejor conocido como 'El Chapo', llevaba 17 meses preso en el penal del Altiplano, ubicado en el estado de México, cuando se fugó de su celda por un túnel de 1,5 kilómetros de longitud que desembocaba en una construcción aledaña a la cárcel de máxima seguridad.
Su plan lo llevó a cabo la noche del 11 de julio de 2015, justo cuando el presidente de México, Enrique Peña Nieto, y su gabinete volaban hacia París, donde días después serían invitados por su homologo, el presidente François Hollande, a los festejos patrios del país galo.
La historia de la evasión del otrora líder del Cártel de Sinaloa es muy conocida. Incluso su recaptura, efectuada 181 días después de haberse fugado del penal del Altiplano, ya forma parte de la historia del hombre que, según la revista 'Forbes', figuraba en el lugar 67 del 'ranking' de las personas más poderosas del mundo.
La otra historia
Sin embargo existe una segunda versión, una que no concuerda del todo con la de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS). Se trata del relato de los policías que se encontraban trabajando en el Centro de Monitoreo del penal del Altiplano, mismos que fueron aprehendidos por órdenes de la Procuraduría General de la República de México (PGR), desde septiembre de 2015.
En entrevista con RT en Español, Alberto de la Cruz, abogado defensor de al menos una decena de ellos, asegura que hay muchas "inconsistencias en el caso de los policías mexicanos, estamos apelando recursos jurídicos para que obtengan su libertad a cambio de una medida cautelar, que puede ser la vigilancia periódica de los funcionarios o, incluso, una fianza".
¿Qué ocurrió aquel 11 de julio de 2015, por qué meses más tarde aprehendieron a los policías que vigilaban al Chapo Guzmán?
Lo que alega la demanda interpuesta por la PGR y la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada de México (SEIDO), es que los policías que monitoreaban a Joaquín Guzmán Loera no activaron el llamado 'Código Rojo', que consiste en emitir una alerta de evasión de un reo, sea o no de alta peligrosidad, como el antes mencionado.
¿Y por qué los policías no activaron el Código Rojo?
Porque es todo un protocolo que le corresponde directamente al Órgano Administrativo Desconcentrado, Prevención y Readaptación Social de la CNS. El Código Rojo debió ser activado por el director del penal del Altiplano, Valentín Cárdenas Lerma, y no fue así.
En el momento en que el director se ausenta, la responsabilidad recae en la directora jurídica, en este caso Leonor García García, quien tampoco activó el llamado de evasión. Además, para que quede establecido en un acta que existió una fuga, debieron haber estado presentes el comandante de compañía y el custodio que se percató del escape del Chapo. Y tampoco estuvieron.
Entonces, ¿quién es el responsable directo de la fuga de Guzmán Loera?
Considero que no hubo una buena coordinación por parte de la Secretaría de Gobernación (Segob), el Órgano Administrativo, ni tampoco del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen). La SEIDO asegura que los policías tenían la obligación de activar el Código Rojo, pero en realidad no estaba dentro de sus facultades.
Algunas investigaciones sugieren que el auxilio del Chapo fue externo, es decir, alguien estableció un plan de escape desde afuera, no de adentro del penal. Incluso, hay una situación peculiar, un par de policías salieron a comer y cuando regresaron ya se había escapado Guzmán Loera.
¿Sabes cuál fue el argumento de la PGR y la SEIDO para girar una orden de aprehensión en contra de los policías? Que los funcionarios aparecían en el video de vigilancia dentro del Centro de Monitoreo del Altiplano. Solo eso. No hay una investigación a fondo que permita conocer qué conductas, presuntamente, hicieron los policías para permitir que el Chapo se fugara.
¿Usted cree que por la premura de encontrar a los responsables se incriminó injustamente a los policías?
Yo considero que sí. Y eso representa una clara violación a sus derechos humanos, puesto que ellos no tuvieron una responsabilidad directa o indirecta en la fuga de Guzmán Loera. Tanto así que dos de los policías recluidos fueron puestos en libertad meses después de su aprehensión y volvieron al trabajo, es decir, no se escondieron. Ellos tienen un sentido de compromiso genuino con el servicio público.
Actualmente, ¿cuántos de ellos continúan bajo custodia?
Hay 12 policías que permanecen en la cárcel; sin embargo, nuestra firma de abogados -Praxis Legal- lleva los casos de 10 de ellos. En un inicio, los policías fueron recluidos en el penal del Altiplano, la misma cárcel para la que trabajaban. Nuestra firma interpuso un amparo y todos fueron reubicados al penal federal del estado de Guanajuato y, posteriormente, al de Nayarit, donde actualmente permanecen.
Lo más desgarrador de todos estos casos son sus familias, ya que dependían económicamente de ellos. Las esposas, los hijos, los tíos, todos ellos demandan la salida inmediata de los policías y piden un resarcimiento del daño por su lealtad a la institución a la que pertenecen y a la cual han servido con honores.
¿Qué opina de la extradición de Joaquín Guzmán?
Ya estaba acordada, sin embargo no sé por qué no se llevó a cabo antes de su segunda fuga. En algún momento, el Gobierno de México debió analizar si extraditaba a los capos más peligrosos de la droga, como en su momento lo hizo el expresidente Felipe Calderón.
Cárceles como la del Altiplano sí tienen la capacidad para albergar reos de alta peligrosidad, pero en ocasiones no quieren cumplir con cuestiones de normatividad como las instalaciones. El Altiplano es un penal viejo, no tiene certificaciones importantes de construcción.
Finalmente, ¿cree que una Administración como la del presidente Enrique Peña Nieto, con un nivel de popularidad del 12%, recapacitará y volverá a estudiar con más cuidado este caso?
Sería lo ideal. Al Gobierno le daría mayor credibilidad aceptar todos sus errores, incluido este. Creo que hay una tarea muy importante en la impartición y procuración de justicia en México, y es justamente el seguir trabajando a favor de la equidad y los derechos de todos los ciudadanos.
José Luis Montenegro