EE.UU. realizó la primera prueba de la bomba termonuclear B61-12 sin carga desde un avión de combate F-16 en un polígono en el estado de Nevada.
La prueba tuvo lugar el pasado 14 de marzo en el campo de pruebas de Nellis, pero la noticia no se ha dado a conocer hasta este jueves. La información ha sido publicada en el sitio web de la base aérea Robins.
Se trata de la primera vez que esta bomba es lanzada desde un avión de combate F-16. El objetivo de la prueba fue "demostrar la capacidad de la aeronave para lanzar municiones y comprobar el funcionamiento de los componentes no nucleares de la bomba", reza el comunicado oficial en la página.
La B61-12 es una modificación de la bomba nuclear B61. Sus pruebas comenzaron en el año 2015. La bomba cuenta con una cola particular que la hace más manejable y precisa y permite realizar los lanzamientos desde una gran altura.
El inicio de la producción en serie de la B61-12 está previsto para el año 2020. Se estima que la bomba va a sustituir las versiones anteriores de esta bomba en las bases del país en Europa.
Washington espera que en el futuro la bomba sea compatible con otros tipos de aviones, entre ellos los B-2A, B-21, F-15E, F-16 C/D, F-16 MLU, y también los F-35 y los PA-200.
En pasado octubre, la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA) de EE.UU. en conjunto con las Fuerzas Aéreas de ese país ejecutaron pruebas de dos modificaciones de su bomba nuclear B61, la B61-7 y la B61-11. Las bombas lanzadas no contenían material nuclear y fueron ejecutadas en el campo de pruebas de Tonopah.
"La B61 es un elemento crítico del programa nuclear y el sistema de disuasión estadounidense", señaló el general Michael Lutton, funcionario de la NNSA.
"Amenaza a la seguridad global"
El pasado mes de agosto, la Cancillería rusa comentó las pruebas de la nueva arma de destrucción masiva de EE.UU. señalando que la puesta en marcha del proceso de producción de la nueva y modificada ojiva nuclear B61-12 amenaza a la seguridad global. Moscú afirmó que EE.UU. y otros países que participan en misiones nucleares de la OTAN omiten obligaciones del tratado de no proliferación.
El director del Departamento de No Proliferación y Control de Armas de la Cancillería rusa, Mijaíl Uliánov, explicó en aquel entonces que las características de la B61-12 "hacen aumentar la tentación de emplearla", lo que por su parte "significará una reducción sustancial de la limitación del uso de armas nucleares, con todas las consecuencias que ello conlleva".