Este viernes EE.UU. ha anunciado el despliegue de un contingente militar -conformado de "decenas" de efectivos- en Somalia para participar en el entrenamiento y equipamiento de la Misión de la Unión Africana en la lucha contra los extremistas islámicos de Al Shabab, aliado de Al Qaeda, informa la Voz de América.
Esta es la primera vez que el Pentágono envía tropas regulares a Somalia desde 1994, después de que 18 soldados de las fuerzas especiales estadounidenses murieran en un enfrentamiento con una milicia somalí.
Desde entonces, Washington ha restringido la mayoría de sus intervenciones en Somalia a los ataques con drones contra los islamistas, aunque también contaba con un pequeño contingente de asesores militares en ese país.
Cambio de rumbo
En menos de tres meses de gobierno, el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha cambiado radicalmente su postura sobre el intervencionismo militar. La semana pasada mientras estaba disfrutando de "la más hermosa tarta de chocolate", le dijo a su homólogo chino Xi Jinping que Washington atacó una base aérea en Siria.
Este jueves, el jefe de la Casa Blanca ordenó el lanzamiento de la 'madre de todas las bombas' en Afganistán. Se trataba de la bomba más grande usada desde la Segunda Guerra Mundial y se utilizó para destruir una red de túneles de la organización terrorista Estado Islámico. Ese mismo día, a medida que aumentaba la tensión entre EE.UU. y Corea del Norte, Trump anunció que su país estaba listo para lanzar un ataque preventivo contra Pionyang.
Además, esta semana Washington ha decidido enviar un "pequeño número" de sus cazas de quinta generación F-35 a Europa para tomar parte en unas maniobras con la OTAN, en una señal de provocación a Rusia.