"No se pueden esconder en un tubo de polvo blanco" 700 toneladas de armas químicas. Estas palabras fueron pronunciadas por el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, al término de su encuentro con el canciller catarí, Mohammed bin Abdulrahman al Thani.
Con su afirmación, el ministro de Exteriores ha hecho referencia a las acusaciones de EE.UU. sobre las "armas químicas" de Saddam Hussein, que sirvieron como excusa para que Washington invadiera Irak en 2003. El entonces secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, mostró un tubo con polvo blanco para demostrar que Bagdad tenía armas de destrucción masiva, pero las armas químicas nunca fueron encontradas en Irak.
El discurso de Lavrov sigue las denuncias del general de brigada Zaher al Sakat, que desertó del Ejército sirio en 2013 y acusa a Damasco de retener parte de su arsenal químico. El jefe de la diplomacia rusa ha indicado que este general desertó el mismo año en que fue alcanzado el acuerdo del desarme químico de Siria.
"Sobre la base de ese acuerdo en 2014, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas recibió del Gobierno sirio los datos sobre sus existencias de armas químicas, que fueron verificadas ese mismo año 2014", ha declarado el ministro.
Lavrov ha resaltado que se declaró abiertamente que se destruirían 1.300 toneladas de sustancias químicas en Siria. El canciller ruso se ha preguntado: "¿Por qué ese general, si conocía la existencia de 2.000 toneladas, guardó silencio durante tres años?". El canciller ruso ha expresado que el general "fue estimulado por el palo o la zanahoria".
Hablando sobre el ataque de EE.UU del 7 de abril contra la base aérea siria de Shayrat (provincia de Homs), el canciller ruso ha constatado que "el acto de agresión" norteamericano creó "una amenaza" para el avance de una solución pacífica en Siria. Washington empleó como justificación de su acción un supuesto ataque químico que el Gobierno de Damasco habría lanzado el 4 de abril contra la localidad de Jan Sheijun (provincia de Idlib).
- Este sábado Sakat ha señalado a 'The Telegraph' que el Gobierno de Al Assad "ha admitido que posee solo 1.300 toneladas" de armas químicas, a pesar de que él sabe que las existencias de Damasco son de "por lo menos 2.000 toneladas".