El príncipe Enrique de Gales ha revelado en una entrevista con el diario británico 'The Telegraph' que durante casi dos décadas estuvo luchando contra sus emociones para aceptar la muerte de su madre, la princesa Diana, que falleció en 1997.
El príncipe británico, de 32 años, ha confesado que decidió abordar su duelo y consultar su salud mental con los profesionales solo a la edad de 28 años. El representante de la Corona británica ha reconocido que enfrentaba ataques de ansiedad durante los compromisos de la realeza y se sentía "estar muy cerca de un colapso total en numerosas ocasiones".
"Puedo decir con certeza que perdiendo mi madre a la edad de 12 años y por lo tanto reprimiendo todas mis emociones en los últimos 20 años, no solo ha tenido un efecto bastante serio para mi vida personal, sino también para mi trabajo", ha compartido el miembro de la familia real.
El príncipe Enrique de Gales ha admitido que su forma de tratar la muerte de Lady Di era "enterrar la cabeza en la arena, negando pensar en mi madre, porque ¿cómo ello ayudaría?"
El hijo menor de la princesa Diana ha proporcionado su confesión para animar a otras personas a romper los moldes acerca de los trastornos mentales.