El ecléctico ritual de Semana Santa en México que poco tiene de católico
La diversidad de rituales que existen en la Semana Santa mexicana muestra también la raíz plural que hoy persiste en el país.
Son famosos los rituales de la Pasión de Cristo en el popular barrio de Iztapalapa o el Noríroachi de los rarámuri, en el estado norteño de Chihuahua, quienes pintan sus cuerpos y bailan durante las celebraciones de renovación de esta semana.
Unos de los rituales más crípticos, en donde está prohibido tomar fotos, pero que llaman poderosamente la atención, son los de la Tribu Yaqui de Sonora. Este pueblo originario ha conservado una liturgia jesuita con elementos originarios de su íntima relación con la Madre Tierra.
"Se conjugan dos cosas: primero, la renovación del mundo yaqui, por decir algo, se da un proceso en el cual se recibe una especie de año nuevo, un ciclo de vida y de renovación de fe, en ese sentido brotan a raíz de la fe y el sacrificio en las procesiones y rituales fuerzan a la naturaleza a renovarse", explica Mario Luna, vocero del pueblo yaqui de Vícam y defensor del agua de la tribu.
Toda la semana está compuesta por complejos rituales y danzas, la más famosa es la del venado, aunque también hay otras danzas llamadas de matachines, de fariseos y del coyote, las cuales los antropólogos han estudiado desde hace tiempo.
Luna cuenta que la representación del nacimiento de las danzas es que los fariseos y el venado junto con las demás danzantes "surgen" del contacto físico con la tierra: "Es prácticamente un parto".
Todos los rezos y las ceremonias se dan prácticamente en una forma independiente, no se requiere autorización ni cuotas a la iglesia tradicional
Además, esto surge de la confluencia entre el agua, la tierra y el calor, que en estos momentos llega a 45 grados en el estado fronterizo de Sonora, donde se ubican los ocho pueblos de la tribu.
La Semana Santa yaqui está inscrita en un ciclo de penitencia para sus miembros. Los llamados 'chapayecas' son un cuerpo religioso de guerreros que toman el mando de la tribu durante la festividad y se someten a un estricto régimen. Además, está estrictamente prohibido tomar video y fotos de las ceremonias:
"Todos sabemos que estamos prácticamente en esa etapa muy sensible a la influencia maligna y benigna, por eso es que se trata de mantener un equilibrio evitando consumir drogas y alcohol", agrega Luna.
La Tribu Yaqui tiene un alto grado de autonomía como pueblo originario. Esta autonomía también se traduce en la religión. Su iglesia tiene de alguna manera cierta coordinación con la iglesia mestiza, pero no depende ni económica y ni políticamente del Vaticano.
"Todos los rezos y las ceremonias se dan prácticamente en una forma independiente, no se requiere autorización ni cuotas a la iglesia tradicional", menciona el vocero.
Desde hace seis años, la Tribu Yaqui se encuentra en una lucha legal en contra del Acueducto Independencia, un ducto que toma agua del Río Yaqui en su parte alta y que ha terminado de borrar el flujo de líquido que corre por el río que le da sentido a buena parte de los rituales, a la cosmovisión y la economía del pueblo.
"Hay un impacto negativo en el ambiente y en el entorno social y cultural por la afectación ambiental que no permite que la respuesta se dé en Semana Santa. Si retiras la humedad del microclima obviamente eso dificulta el proceso", explica Luna.
Los instrumentos que se utilizan en los rituales son de origen natural. Luna menciona que son de palo de Brasil, y las enramadas son de carrizo y mezquite, elementos directamente relacionados con el bienestar del río. "La disminución de estos elementos tiene una afectación directa sobre los rituales", concluye el vocero.
Al-Dabi Olvera