"Un absurdo": Reino Unido envía dinero de sus contribuyentes a Corea del Norte

El compromiso del Reino Unido de gastar un 0,7 % de su PIB en ayuda a otros países ha hecho que los contribuyentes británicos terminen aportando indirectamente para ayudar a un enemigo.

En los últimos 6 años, Corea del Norte ha recibido más de 5 millones de dólares provenientes de contribuyentes británicos, afirman medios de Reino Unido.

Las tensiones con el país, gobernado por Kim Jong-un, se han intensificado en los últimos días después de que Corea del Norte anunciara que llevaría a cabo pruebas de misiles balísticos y amenazara con una "guerra total" como resultado de una eventual acción militar por parte de Estados Unidos.

Las cifras oficiales muestran que solo en 2015, el Reino Unido envió 750.000 libras (casi 1 millón de dólares) en ayuda a Corea del Norte, lo que significa un aumento de más del 167 % respecto al año anterior, según 'Daily Mail'.

Según informa el medio, el dinero en efectivo, que forma parte del compromiso del Reino Unido de transferir un 0,7 % de su PIB en ayuda a distintos países, ha sido destinado a clases de inglés dirigidas a funcionarios del régimen, en talleres para empresarios y en equipos de fisioterapia.

La noticia de que parte del dinero de los contribuyentes británicos está siendo destinado a un país que amenaza con una guerra nuclear a Occidente está generando malestar en varios funcionarios del Reino Unido, y algunos exigen el cese de toda ayuda.

Sir Gerald Howarth, un exministro conservador de Defensa, tildó este hecho de un "absurdo". "Hay varias personas muy pobres allí debido a las acciones del régimen, pero ese país comunista es un caso perdido", señaló el político en declaraciones a 'Daily Mail'.

"Ellos están tratando de construir un misil nuclear para atacar a Estados Unidos, están desestabilizando toda la región. ¿Por qué estamos brindándoles la ayuda?", se preguntó.

Mientras tanto, el Ministerio de Asuntos Exteriores británico, responsable de la mayor parte del gasto, declaró que no tiene planes de poner fin al programa de ayuda. Su argumento es que la asistencia no va dirigida al régimen norcoreano, y que el dinero asignado podría mejorar las relaciones.

"Los proyectos que llevamos a cabo en Corea del Norte son parte de nuestra política […] y son utilizados para promover los valores británicos y demostrar al pueblo norcoreano que acercarse al Reino Unido y al mundo exterior es más una oportunidad que una amenaza", concluyó.