El gato llamado Mir, que fue regalado por Vladímir Putin al gobernador japonés de la prefectura japonesa de Akita, Norihisa Satake, se ha convertido una de las principales atracciones de esa administración, comentó el martes el servicio de prensa de la asamblea legislativa de la región rusa de Primorie después de que un grupo de sus parlamentarios visitara el país nipón, reporta Interfax.
En la página web oficial de la prefectura japonesa se publican frecuentemente fotos y videos protagonizados por Mir, que aparece en ellos bien cuidado y feliz. En la residencia permiten al gato pasear y dormir en donde quiera y los diputados señalaron que el rostro del gato incluso había "adquirido rasgos japoneses".
El presidente de Rusia Vladimir Putin regaló este gato de raza siberiana al gobernador japonés después de que Satake regalara al mandatario ruso un cachorro de perro de raza Akita Inu.
El animal llegó a Moscú en julio 2012 como "un gesto de agradecimiento por la ayuda que prestó Rusia a la región de Japón que sufrió del terremoto y tsunami en marzo 2011".
En aquel momento, Putin dio las gracias al gobernador y prometió enviarle a su vez un "gato siberiano más grande". En septiembre de aquel mismo año 2012, Mir (que en ruso significa "paz" y "mundo") fue enviado a Japón.