"La amenaza de un ataque nuclear contra Seúl y Tokio es real. Es cuestión de tiempo para que Corea del Norte cuente con la capacidad de atacar a EE.UU. Ante esta retorica Washington no puede permanecer de brazos cruzados", dijo el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, en su intervención en la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU celebrada este viernes.
Además indicó que Washington está dispuesto a ayudar a Pionyang si este desiste de su programa nuclear. Según Tillerson, desde 1995 su país ha proporcionado ayuda a Corea del Norte por valor de más de 1.300 millones de dólares, y esa nación debe optar por colaborar "en aras de sus propios intereses de seguridad, crecimiento económico y reconocimiento internacional".
Pionyang "debe tomar medidas concretas para reducir la amenaza que supone su programa ilegal de armas (nucleares) para EE.UU. y nuestros aliados", agregó el secretario de Estado.
Por otro lado, subrayó que el objetivo de EE.UU. no es un cambio de régimen en Corea del Norte, tampoco "amenazar a la población norcoreana ni desestabilizar la región Asia-Pacífico".
"El tiempo para actuar se nos está terminado"
Sin embargo, "la política de paciencia estratégica ha terminado. Si es que vamos a continuar sin hacer nada, esto significa que vamos a aceptar una Corea del Norte nuclear. El tiempo para actuar se nos está terminado. Ante la creciente amenaza es hora de presionar a ese país para forzarlo a renunciar a su peligroso comportamiento", dijo Tillerson.
Además señaló que Washington cree necesario reforzar el aislamiento financiero de Corea del Norte con la imposición de nuevas sanciones y endurecer las actuales restricciones. "En las actuales circunstancias es imposible mantener buenas relaciones con Corea del Norte", afirmó, instando a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU a "incrementar la presión diplomática" sobre la nación asiática.
Frente al panorama de tensión que se vive en la península coreana, el Gobierno estadounidense afirmó este jueves que es "muy difícil" solucionar el problema norcoreano diplomáticamente, y aunque Washington busca resolver de manera pacífica esta situación, "existe la posibilidad de que podamos acabar teniendo un gran, gran conflicto".