Después de los primeros 100 días de gobierno de Donald Trump como presidente de EE.UU., Ivanka, su hija, sigue siendo un misterio, a pesar de tener un cargo oficial no remunerado en la Casa Blanca. La 'primer hija' trabaja detrás del escenario en importantes asuntos que van desde la política exterior al comercio, y está tan segura de sus fuerzas que no se da cuenta de los problemas éticos e incluso ha creado su propia fundación, informa la revista 'Newsweek'.
"¿Es una demócrata que lleva la carga ideológica republicana solo por su padre? ¿Es una feminista encubierta cuyo objetivo es encubrir los peores instintos sexistas en la Casa Blanca? ¿Tiene su propia agenda, y si es así cuál es?", cuestiona la publicación, para la que la respuesta a la pregunta de quién es Ivanka está clara: "Casi todo lo que se refiere a su política y estilo político es algo que ya hemos visto antes" en Hillary Clinton.
Las extrañas similitudes
Según la revista, al igual que Clinton, Ivanka hace todo lo posible para crear un eufemismo de un pariente presidencial que sea más aceptable para las mujeres. El Ala Oeste de la Casa Blanca, donde 'la primera hija' tiene su oficina, se ha convertido en un centro de poder sin límites.
En la mayoría de los anteriores gobiernos estadounidenses, el cónyuge figuraba en la gerencia de asuntos de segundo orden, hasta que llegó Hillary. Entonces, el personal de la Casa Blanca debía tener en cuenta los intereses de la ex primera dama en cada asunto correspondiente al mandatario. Puede que Ivanka todavía no esté en ese nivel, pero es la única persona que tiene tiempo ilimitado para discutir los asuntos nacionales con su padre, algo que nadie más tiene, continúa 'Newsweek'.
Ambas han llegado a la Casa Blanca, y a la política en general, gracias a su matrimonio, en el caso de Clinton, y a su padre, en el caso de Ivanka, aunque ellas afirmen que lo han logrado por sus propios esfuerzos.
Las donaciones extranjeras para un fondo privado
Esta semana en Alemania, Ivanka abogó por el empoderamiento empresarial de las mujeres de todo el mundo. "Las estadísticas y los resultados demuestran que cuando se invierte en mujeres, esto beneficia tanto a las economías desarrolladas como a las que están en desarrollo", dijo. "Las mujeres son un enorme recurso sin explotar, crítico para el crecimiento de todos los países", agregó.
Estas declaraciones son las mismas que promulgó Clinton mientras se desempeñaba como secretaria de Estado. Hillary promovió el empoderamiento económico en lugar de denunciar la misoginia legalizada y tradicional en países como Arabia Saudita, de donde provienen muchos de los donantes de la Fundación Clinton, critica la publicación.
Ivanka además reveló que ha comenzado a desarrollar un "masivo fondo" para mujeres empresarias en todo el mundo. Ese fondo, que dependerá de donantes extranjeros, proporcionaría capital para pequeñas y medianas empresas que cumplan con los requisitos. Canadienses, alemanes y de algunos países de Oriente Medio ya han asumido compromisos con el nuevo fondo, pero también lo han hecho varias corporaciones.
El desafío ético y el misterio
Ivanka se encuentra en la Casa Blanca como asesora no remunerada y cuenta con una empresa multinacional propia. Es un delito penal para un empleado federal influenciar en asuntos nacionales que puedan coincidir con sus intereses financieros personales. 'La primer hija' ha estado presente en las recientes reuniones bilaterales entre las autoridades de EE.UU. y Japón o China, países donde la empresa de Ivanka promueve sus negocios.
Al igual que con Hillary, hay algo incomprensible y misterioso en Ivanka. Tal vez porque ambas están en la compleja posición de apoyar a hombres cuyo comportamiento real con las mujeres ha sido totalmente reprobable. Como Clinton, Ivanka es muy reservada, y solo el tiempo mostrará si esa resistencia por conservar ese escudo de autoprotección se convierte en obsesión como ocurrió con el exsecretaria de Estado, finaliza la revista.