Este martes, la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en francés), inauguró su nuevo acelerador de partículas lineal conocido como 'Linac 4' que mejorará la potencia del Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés), con el propósito de obtener una mayor cantidad de datos en la búsqueda de nuevos descubrimientos en diversos campos, más allá de la física.
"El Linac 4 es un inyector moderno y el primer elemento clave de nuestro ambicioso programa de actualización, que proporcionará más luminosidad [cantidad de colisiones de protones en un período definido de tiempo] al LHC y aumentará considerablemente el potencial de los experimentos", expresó en una rueda de prensa Fabiola Gianotti, directora general del CERN.
La construcción del acelerador, de casi 90 metros de largo y ubicado a 12 metros bajo tierra, llevó aproximadamente 10 años y tuvo un costo cercano a los 100 millones de dólares. Hace parte de una cadena de cinco aceleradores de distintas dimensiones con los que cuenta el CERN y se calcula que triplicará la producción de energía en relación a su predecesor, el Linac 2, con 39 años de funcionamiento.
De acuerdo con el portal Phys.org, este es el primer paso para aumentar la luminosidad general del LHC en cinco veces hacia el 2025, y así obtener hasta 10 veces más datos que en la actualidad. De esta forma, el Linac 4 permitirá mediciones más precisas de partículas y ayudará al desarrollo de aceleradores portátiles, con futuras aplicaciones en el campo de la medicina y la industria.
Se prevé que la utilización de protones o iones ligeros podría ayudar en el campo del diagnóstico médico y el tratamiento de tumores cancerígenos. Por otro lado, ha comenzado a utilizarse para datar y estudiar la composición química de obras de arte, en procesos de restauración y para identificar falsificaciones. Actualmente el museo de Louvre, en París, cuenta con un acelerador lineal de pequeñas proporciones.