El número de víctimas mortales de la creciente guerra entre los carteles criminales de México aumentó a 23.000 en el 2016, en comparación con las 17.000 en Afganistán y 16.000 en Irak, según la Encuesta Anual de Conflictos Armados 2017 del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, por sus siglas en inglés).
Ese nivel de derramamiento de sangre fue aún más sorprendente, porque en "México existe un conflicto marcado por la ausencia de artillería, tanques o aviación de combate", dijo este martes el director general del IISS, John Chipman, durante la presentación de la encuesta en Londres. Prácticamente todas esas muertes fueron causadas por armas pequeñas, afirma el estudio.
El mayor número de víctimas mortales ocurrió en estados mexicanos que se han convertido en "campos de batalla clave para el control entre los carteles competitivos y cada vez más fragmentados", aseguró Chipman, quien detalló que la violencia de las bandas intentan despejar las zonas de rivales para monopolizar las rutas del narcotráfico.
Por su parte, las Secretarías de Gobernación (Segob) y Relaciones Exteriores (SRE) de México publicaron este miércoles un comunicado conjunto donde descalifican el reporte presentado por el IISS, argumentando que "refleja estimaciones basadas en metodologías inciertas, y aplica términos jurídicos de manera equivocada", por lo que "sus conclusiones no tienen sustento en el caso de México".