De acuerdo con el Centro Católico Multimedial, durante los últimos 26 años se han registrado 63 atentados contra sacerdotes miembros de la Iglesia católica en México.
Hasta ahora y en lo que va del sexenio de Enrique Peña Nieto, ya van 17 asesinatos, mismo número con el que el expresidente Felipe Calderón Hinojosa terminó su administración.
Esto hace que México, país que lleva los últimos 10 años librando una guerra contra el narcotráfico, encabece la lista de los países peligrosos para el clero con 34 asesinatos en este período, los mismos que Colombia. Les sigue Brasil con 22, y Guatemala, El Salvador y Perú con 3 asesinatos cada uno.
La principal causa de estas muertes es el aumento progresivo de la violencia en el país, relacionada con los carteles de narcotráfico y el crimen organizado.
De acuerdo con Omar Sotelo Aguilar, director de la unidad de investigación del Centro Católico Multimedial en entrevista con la revista de investigación 'Contralínea', señala que los crímenes perpetrados en contra de la Iglesia tienen que ver con intereses políticos y fácticos y que el sacerdocio, al cumplir su misión con la población, son amedrentados y amenazados, previa extorsión.
También, menciona que los crímenes no han sido atendidos por el Gobierno federal de forma responsable y se han encontrado irregularidades y vacíos en las investigaciones, por lo que más del 80% de los asesinatos no han sido esclarecidos.
El primer asesinato de este año se cometió en contra de Joaquín Hernández Cienfuetes, presbítero de la Diócesis de Saltillo, en el estado de Coahuila. Posteriormente, Altamirano Carrillo, sacerdote indígena del estado de Nayarit, fue asesinado a finales de marzo, reporta el diario mexicano 'La Jornada'.
La tarea de la Iglesia
El papel que ha tenido la Iglesia y los sacerdotes en zonas de conflicto, de acuerdo con Bernardo Barranco Villafán, director del Centro de Estudios de las Religiones de México, puede ser calificado de alto riesgo. Villafán considera que la tarea de la Iglesia está en la protección para procurar la integridad de la población y ser crítica con la clase política.
También, como menciona en su entrevista en 'Contralínea', los grupos de poder y del crimen organizado amenazan a los curas que defienden a la población y denuncian los abusos de la delincuencia aunadas con el Gobierno, como es el caso del padre Solalinde, en Oaxaca, o de Raúl Vera en el norte del país.
Crímenes en Colombia
A su vez en Colombia, entre los años 1984 y 2013 fueron asesinados un total de 83 sacerdotes, según lo denunció el expresidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, el cardenal Rubén Salazar Gómez, citado por el diario colombiano 'El País'. "Todo asesinato es repudiable, pero causa especial atención que asesinen a un hombre que le ha dedicado su vida a Cristo y al servicio de los demás", lamentó el cardenal.