Corea del Norte ha identificado a un grupo terrorista que estaba preparando un atentado contra el líder norcoreano, Kim Jong-un, informa Interfax citando al embajador del país asiático en Moscú, Kim Hyung-joon. Según el alto diplomático, el ataque lo habían ordenado los servicios especiales de EE.UU. y Corea del Sur e implicaba el uso de sustancias químicas.
"Se ha identificado a un grupo de delincuentes infiltrado por la CIA norteamericana y la agencia de inteligencia surcoreana que tenía como objetivo perpetrar actos terroristas con armas biológicas y químicas contra nuestros líderes", ha señalado Kim Hyung-joon en una rueda de prensa que se ha celebrado ese viernes 12 de mayo.
Según el embajador, el grupo fue creado en 2014 y su preparación se ultimó en marzo y abril de este año. De acuerdo con los datos de las autoridades norcoreanas, los terroristas planeaban asesinar a líderes del país mediante un envenenamiento a distancia, que tendría un efecto fatal seis meses después del ataque.
20.000 dólares por matar a Kim
En 2014 los "delincuentes del servicio secreto surcoreano títere", en cooperación con la CIA, sobornaron con 20.000 dólares a un ciudadano norcoreano que trabajaba en una empresa maderera en la región rusa de Jabárovsk, cercana a Corea del Norte y "lo convirtieron en terrorista", ha detallado Kim Hyung-joon, citado por TASS. Según el diplomático, el servicio de Inteligencia surcoreano fue quien "proporcionó el equipo, materiales y dinero" necesarios para perpetrar el ataque.
Corea del Sur, condenada al fracaso
Los líderes surcoreanos están condenados al fracaso si siguen con su rumbo político actual. "[El atentado planeado] demuestra que si Corea del Sur, incluido su servicio de Inteligencia, continúa con su política proestadounidense y de confrontación, condenará su destino", ha afirmado el embajador ruso.
Comentando las palabras del presidente de EE.UU. sobre la posibilidad de celebrar una cumbre con Corea del Norte, el diplomático ha asegurado que "actualmente EE.UU. realiza intentos de presión militar sin precedentes para derrocar nuestro sistema político" y que los planes de atetado son "la más malvada manifestación" de sus intenciones.
A principios de enero de 2017, la agencia Yonhap informó que las fuerzas especiales estadounidenses y las Fuerzas Armadas surcoreanas crearían una brigada para asesinar a Kim Jong-un en caso de guerra. La formación contaría con entre 1.000 y 2.000 militares que tendrían como objetivo no solo "eliminar" a Kim Jong-un, sino también a otros líderes norcoreanos. El embajador ha exigido disculpas de EE.UU. y Corea del Sur y ha afirmado que ambos países deberían castigar a los culpables de preparar el atentado.