El consumo diario de cannabis podría frenar el declive intelectual en los ancianos

La toma diaria de pequeñas dosis de cannabinoides propició una mejora cognitiva en ratones de laboratorio y los científicos esperan repetir pronto este resultado experimental en personas.

Un grupo internacional de investigadores ha propuesto un remedio inusual contra el deterioro de la memoria y las facultades de aprendizaje que acompaña a la vejez. Según informa la revista 'Nature Medicine', se trata del consumo diario y en pequeñas cantidades de extracto de cáñamo.

La idea surgió de una serie de experimentos con ratones que mostraron que el consumo regular de dosis reducidas de tetrahidrocannabinol (THC) inhibía la memoria y las capacidades de aprendizaje en los roedores jóvenes, mientras que en los viejos el resultado era el contrario y estas capacidades se veían intensificadas.

Los científicos describen los efectos que tuvo el consumo de THC durante un mes en ratones de dos meses, un año y 18 meses de edad. Para determinar esos efectos, los roedores fueron sometidos a distintas pruebas, como superar un laberinto de agua en el mínimo tiempo posible o reconocer objetos y a otros ratones con los que estaban familiarizados. Asimismo, se midieron también los cambios moleculares en el cerebro.

La fundadora de la 'orden', la hermana Kate, en California (EE.UU.), el 20 de abril de 2017. / Lucy Nicholson / Reuters
La 'monja de la marihuana' y fundadora de la orden, Christine Meeusen, también conocida como la hermana Kate. / Lucy Nicholson / Reuters
La hermana Kate fundó la 'orden' en 2014 después de haber vivido varios años en Ámsterdam y tras vivir la experiencia de curar a su sobrino con cannabis de una adicción a la heroína. / Lucy Nicholson / Reuters
La hermana Kate huele el cáñamo que cultivan en la cocina de su 'monasterio' cerca de la ciudad de Merced, en California. / Lucy Nicholson / Reuters
Jabón de cannabis producido por estas peculiares 'monjas de la marihuana'. / Lucy Nicholson / Reuters
La líder de la 'orden' californiana examina cómo se seca el cáñamo. / Lucy Nicholson / Reuters
Desiree Calderon (hermana Freya) saca de una olla con un cazo ungüento de cannabidiol. / Lucy Nicholson / Reuters
India Delgado (hermana Eevee) porta un recipiente con cáñamo que cultivaron. / Lucy Nicholson / Reuters
Las hermanas Kate, Eeeve y Freya examinan la marihuana secándose en su 'monasterio'. / Lucy Nicholson / Reuters
Las 'moncas' cortan cáñamo en su cocina. / Lucy Nicholson / Reuters
Hermana Kate abre un saco del plástico con cannabis en la cocina de su 'monasterio', cerca de la ciudad de Merced en California. / Lucy Nicholson / Reuters

Al tiempo que el rendimiento de los ratones más jóvenes cayó en picado bajo los efectos de la sustancia activa, los más viejos mejoraron sus puntuaciones hasta alcanzar el nivel promedio de ratones jóvenes sanos que no habían consumido la droga. Los beneficios del cannabinoide duraron hasta semanas después de que les fuera administrado por última vez. Ninguno de los ratones demostró ningún comportamiento extraño que se pudiera atribuir a los estupefacientes.

Al cuantificar los cambios producidos, el grupo de científicos no solo pretende frenar la pérdida progresiva de las funciones cognitivas en personas, sino también revertir estas tendencias. Los primeros experimentos están programados para finales de este año.