Acusan a Trump de pedir al jefe del FBI que dejara de investigar a su exasesor de Seguridad Nacional
El diario 'The New York Times' sostiene este martes que el pasado mes de febrero el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió al entonces director del FBI, James Comey, que cerrara la investigación que afectaba al exasesor presidencial de Seguridad Nacional, Michael Flynn, un día después de la renuncia de éste. La propia Casa Blanca ha salido al paso de la publicación, desmintiéndola.
El diario sostiene que la petición de Trump, que fue citada por el propio Comey en una nota escrita poco después de su conversación —diálogo que tuvo lugar un día después de la renuncia de Flynn—, "evidencia que el presidente ha intentado influir directamente en la investigación del Departamento de Justicia y del FBI sobre los lazos entre los asociados del señor Trump y Rusia". En este sentido, el periódico asegura haber recibido la información de "un asociado del señor Comey que ha leído unas partes de la nota" a uno de sus periodistas.
Sin embargo, la Administración estadounidense califica el artículo de "descripción que no es cierta ni precisa de la conversación entre el presidente y el señor Comey". Asimismo, la Casa Blanca asegura que el presidente Trump ha afirmado "en numerosas ocasiones" que Flynn es "un hombre decente" y que "nunca ha pedido a Comey o a ninguna otra persona que ponga fin ninguna investigación en la que [Flynn] esté involucrado".
El exdirector del FBI, James Comey, que dirigió una investigación sobre los supuestos lazos de Trump con Rusia, fue apartado de su cargo el pasado 9 de mayo de forma muy poco ortodoxa, pues se enteró de su destitución por las noticias y la carta de despido le fue leída por teléfono.
El pasado 13 de febrero la Casa Blanca confirmó la renuncia de Michael Flynn, que había sido nombrado asesor de Seguridad Nacional el 20 de enero por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La decisión fue tomada después de que se hicieran públicas en enero las conversaciones telefónicas entre él y el embajador de Rusia en EE.UU., Serguéi Kislyak.