Rusia ha desarrollado un prototipo de la impresora 3D que será capaz de crear artículos metálicos de gran tamaño en el espacio exterior y que podrá aplicarse en la industria nuclear y de cohetes.
En comparación con sus rivales de la industria, la nueva impresora puede elaborar artículos de la forma compleja con peso de hasta una tonelada y de hasta tres metros cúbicos.
Las impresoras 3D que usan este método son empleadas actualmente por las principales compañías extranjeras de aeronáutica.
El desarrollo de la nueva máquina, de momento poco desarrollados en Rusia, corrió a cargo de la Corporación Energética de Espacio y Cohetes en Tomsk, ciudad del sudoeste de Siberia, que pertenece a la agencia espacial rusa Roscosmos.