El equipo del ingeniero aeroespacial Berkant Göksel, de la Universidad de Berlín, ha creado y probado un motor de plasma como el que podría en el futuro lanzar naves espaciales directamente al espacio, tanto dentro como fuera de la atmósfera, informa New Scientist. Gracias a este tipo de propulsores, en el futuro las naves espaciales podrían despegar como los aviones en la vida real, es decir, como ocurre en las películas de ciencia ficción y en los videojuegos.
Las versiones anteriores de este tipo de motor solo funcionaban en el espacio, pero el nuevo modelo de Göksel lo hace también dentro de la atmósfera terrestre, según sostiene en su estudio. La capacidad del motor de operar por igual tanto dentro como fuera de la atmósfera constituye un avance importante en el desarrollo de esta tecnología.
A diferencia de los propulsores tradicionales de aviones que queman combustible, los motores de plasma generan campos electromagnéticos dentro de un depósito en el que se inyecta algún tipo de gas. Luego los campos comprimen este gas y lo hacen cambiar a un estado de plasma supercaliente que se expande hacia la salida del tubo del motor generando un empuje en la dirección contraria que propulsa las naves.
Este nuevo motor es capaz de generar un impulso de 20 kilómetros por segundo. Sin embargo, de momento no es posible equipar ninguna nave aérea con este propulsor porque el motor es demasiado pequeño, pues solo mide ocho centímetros de largo. De esa manera, harían falta 10.000 motores parecidos para lanzar, por ejemplo, un avión. Otro problema deriva de la gran cantidad de energía eléctrica necesaria para este proceso que, de momento, no puede originar ninguna batería existente. Así las cosas, el equipo de Göksel seguirá trabajando para desarrollar reactores compactos de fusión para este fin.