Cazas rusos pilotados por tenientes interceptan a un 'enemigo' guiado por un coronel
En la península rusa de Kamchatka se han llevado a cabo entrenamientos de jóvenes pilotos rusos de cazas MiG-31. Las pruebas consistían en interceptar intrusos simulados que llegaban al territorio nacional procedentes del Pacífico y en altitudes estratosféricas, informa el Ministerio de Defensa citado por la agencia Interfax.
Según el comunicado del Ministerio, la interceptación simulada se realizó en el marco del entrenamiento de los pilotos de la base aérea de la Flota del Pacífico.
"El papel del intruso en la frontera fue simulado por un caza MiG-31 volando a una velocidad supersónica, a una altitud de entre 18.000 y 20.000 metros y pilotado por el comandante de un escuadrón, el teniente coronel Serguéi Koderle", reza el comunicado.
En la interceptación participaron dos cazas MiG-31 pilotados por jóvenes recién graduados de escuelas de pilotos militares. El entrenamiento incluyó la búsqueda, detección y destrucción del enemigo simulado, siendo la distancia hasta el objetivo destruido de 100 a 120 kilómetros, según el comandante de la base, el coronel Guenadi Mironenko.