Este miércoles, funcionarios estadounidenses reportaron que el destructor USS Dewey navegó a 12 millas náuticas del arrecife Mischief, que forma parte de las islas Spratly, ubicado en el mar de la China Meridional, y cuya soberanía ha generado disputas entre China y sus vecinos, informó Reuters.
¿Daño a la estabilidad de la región?
La maniobra ha generado malestar en Pekín, por ser considerada una aparente violación a sus reclamaciones territoriales sobre las islas, según la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar, que define las aguas territoriales como un cinturón marítimo que se extiende a 12 millas náuticas de la costa.
El portavoz del Ministerio de Defensa de China, Ren Guoqiang, informó que dos embarcaciones de su país lanzaron una advertencia al USS Dewey para que abandonara las aguas. "El comportamiento errante de EE.UU. ha causado daños a la mejora de la situación en el mar de la China Meridional, y no es propicio para la paz y la estabilidad", ha subrayado.
EE.UU.: "Operamos en conformidad con el derecho internacional"
Sin embargo, Washington asegura que actúa bajo el principio de "libertad de navegación" en conformidad al fallo del tribunal de la Haya de julio del 2016, que declaró que China no tiene "derecho histórico" sobre los territorios en disputa.
Al respecto, el Pentágono señaló en un comunicado que continuará con sus operaciones de navegación regulares, pero no dio detalles de la última misión. No obstante, en la cuenta oficial del USS Dewey en Facebook, fueron publicadas algunas imágenes mostrando su tránsito por el mar de la China Meridional, el pasado 22 de mayo.
"Operamos en la región de Asia y el Pacífico a diario, incluso en el mar de la China Meridional. Operamos en conformidad con el derecho internacional", aseguró el portavoz del Pentágono, el capitán Jeff Davis.
¿Libertad de navegación o intromisión?
Por su parte, China afirma que respeta los principios de la libertad de navegación y sobrevuelo, pero rechaza cuando otros Estados socavan su soberanía usando este pretexto. Al mismo tiempo, EE.UU. ha criticado en repetidas ocasiones la acumulación de instalaciones militares en las islas en disputa, expresando su preocupación de que pudieran ser utilizadas para restringir la libre circulación en la zona.
No es la primera vez que EE.UU. intenta contrarrestar los esfuerzos de Pekín de limitar la libertad de navegación. El pasado mes de octubre, bajo la administración de Barack Obama, el destructor USS Decatur llevó a cabo una operación similar cerca de las islas Paracel.