El origen libio del terrorista identificado como responsable del atentado en Manchester ha provocado que algunas miradas se dirijan a un punto crítico de la historia británica reciente: su política con respecto a la revolución en Libia de 2011.
Varias sombras se ciernen ahora, retrospectivamente, sobre la actitud que tuvo el Reino Unido en aquellos tiempos. Unas recientes declaraciones del ex-primer ministro libio Abdullah Thinni apuntan directamente a cierta lasitud del gobierno británico a la hora de prevenir ataques terroristas, a pesar de que supuestamente habían sido alertados de la presencia de celulas yihadistas libias en su territorio. A esa presunta imprudencia, se suma la aparente lenidad que reflejan los testimonios de varios sujetos británico-libios en un artículo del portal 'Middle East Eye', que describen cómo el MI5, el servicio británico de inteligencia, "arreglaba" sus viajes a Libia para combatir contra el gobierno de Muammar Gaddafi, con aparente indiferencia de si se trataba o no de individuos relacionados con el yihadismo.
Entre varios de esos testimonios recogidos por 'Middle East Eye' destaca el de Belal Younis, un ciudadano británico que fue a Libia, que describe la manera en que fue detenido a su regreso al Reino Unido, en 2011 por el dispositivo antiterrorista 'Schedule 7', que permitía a la policía y a los funcionarios de inmigración detener e interrogar a cualquier persona que pasara a través de los controles fronterizos en puertos y aeropuertos, para determinar si están involucrados en actividades relacionadas con el terrorismo. Younis cuenta que, tras la detención, un oficial de inteligencia del MI5, le preguntó: "¿Está usted dispuesto a ir a la batalla".
"Mientras yo me tomaba el tiempo para encontrar una respuesta -cuenta Younis a 'Middle East Eye'-, se volvió hacia mi y me dijo que el gobierno británico no tenía ningún problema con la gente que estaba luchando contra Gaddafi".
Todos los testimonios recogidos en el mencionado artículo apuntan en la misma dirección y reflejan que el gobierno británico, durante la revolución de 2011, no habría puesto obstáculos para ir a Libia o regresar de allí a personas que hasta entonces habían sido tratadas como sospechosas de terrorismo. Uno de los confidentes cuenta a 'Middle East Eye' que la mayoría de los ciudadanos británicos de orígen Libio que se unieron de esa forma a la Lucha contra Gaddafi provenían de Manchester.