Recuperan el único retrato de Iván el Terrible realizado durante su vida (FOTO)
El de Iván IV es el primer retrato en vida de un zar ruso de tiempos medievales. Hasta ahora solo se habían podido recuperar algunos rostros a partir de la estructura ósea de los cráneos de los gobernantes, como en el caso de las reconstrucciones realizadas por el antropólogo soviético Mijaíl Mijáilovich Guerásimov. Ahora, los científicos rusos han podido recuperar la única imagen fiable del zar Iván el Terrible, realizada según la técnica del grabado en cobre. Fue estampada en la la parte superior de la primera copia del primer libro impreso ruso, 'Apóstol', obra de Iván Fiódorov en 1564.
La imagen del zar aparece junto con el águila bicéfala bizantina: el escudo de nuevos gobernantes rusos y futuro escudo nacional, informa el portal geográfico ruso Moya Planeta.
Con los años, el relieve ha desaparecido casi por completo. En el siglo XIX ya era prácticamente imposible discernirlo, según el sitio web del Instituto de Investigación Espacial.
Los investigadores del Instituto han podido restablecer el retrato utilizando la tecnología de lectura de imágenes multiespectral. Han realizado un gran número de imágenes digitales en diferentes longitudes de ondas: de las ultravioletas a las infrarrojas, y bajo diferentes ángulos de iluminación. Las imágenes resultantes fueron posteriormente procesadas.
El autor del retrato sigue siendo un misterio. Según una versión, fue obra del único pintor ruso conocido por los científicos que dominaba a mediados del siglo XVI la técnica occidental del grabado en cobre: Feodosiy Izógraf, hijo del famoso pintor de iconos Dionisio.
Estos días el retrato de Iván el Terrible está expuesto en el estand del Museo Estatal de Historia en la 19.ª edición de la Feria Internacional de Museos Intermuseum 2017 de Moscú, que se inauguró el pasado 25 de mayo y concluirá el próximo día 29.
Hasta la recuperación de este retrato, los logros más audaces se deben al citado Guerásimov. Este desarrolló la primera técnica de escultura forense basada en hallazgos antropológicos, arqueológicos y paleontológicos. Estudió cabezas óseas y reconstruyó meticulosamente los rostros de más de doscientas personas, incluidos el gobernante ruso de los siglos X-XI Yaroslav I el Sabio, el propio zar Iván el Terrible, el escritor Friedrich Schiller, el poeta persa Rudaki y el líder militar Tamerlán.