Un grupo de astrónomos de EE.UU. acaba de identificar un patrón regular en el movimiento orbital de los planetas del sistema TRAPPIST-1, informa la NASA. El estudio ha permitido revelar detalles sobre el planeta más remoto y menos comprendido de ese sistema, al que han llamado TRAPPIST-1h.
Con la ayuda del telescopio espacial Spitzer de la NASA los científicos obtuvieron datos para detectar y caracterizar a seis de los siete planetas del sistema. Sobre la órbita del más lejano, sin embargo, no pudieron hacer más que conjeturas.
Resonancia orbital, armonía entre cuerpos celestes
Utilizando datos anteriores del telescopio Spitzer, el equipo identificó un patrón matemático en la frecuencia con la que cada uno de los seis planetas orbita alrededor de su estrella, excluyendo el planeta h. Este patrón, complejo pero predecible, se denomina resonancia orbital y ocurre cuando los planetas ejercen un 'tirón gravitacional' periódico el uno sobre el otro mientras orbitan su estrella.
Estas relaciones entre los planetas han permitido a los investigadores calcular la velocidad orbital exacta del planeta TRAPPIST-1h utilizando los modelos matemáticos y sin recurrir a observaciones espaciales. La órbita del misterioso y lejano planeta resultó ser de 19 días.
La cadena de resonancia descubierta entre los siete planetas de TRAPPIST-1 constituye un récord entre los sistemas planetarios conocidos, ya que los sistemas Kepler-80 y Kepler-223, que ostentaban hasta ahora la 'marca', tenían solo cuatro planetas resonantes cada uno.