Que Estados Unidos vaya a lanzar un ataque preventivo contra Corea del Norte es hoy en día poco probable y podría tener lugar solo en un escenario del que nos separan años, cree Andréi Lankov, experto en Corea del Norte y profesor de la Universidad Kookmin de Seúl.
Los informaciones mediáticas de los últimos meses acerca de que la península coreana podría estar al borde de una guerra son meras maniobras diplomáticas destinadas a conseguir concesiones de un lado o de otro, escribe Lankov en un artículo para el portal del Centro Carnegie de Moscú.
Irracional, impulsivo e impredecible
"Estos ataques de pánico son regulares y se producen en promedio una vez cada dos años", señala, y agrega que este tipo de táctica funciona solo si el mundo duda de la racionalidad y del sano juicio de quien blande las armas.
A lo largo de las décadas —sostiene— esta carta de "irracionalidad" la jugó Pionyang, aunque su liderazgo, por muy duro que fuera, se compone de personas totalmente racionales y sanos de juicio.
"Ahora la reputación de una persona irracional, impulsiva e impredecible la tiene el presidente estadounidense, así que las medidas de EE.UU., efectivamente, pueden causar cierta preocupación en el observador", indica el experto.
Sin embargo, el escenario militar para resolver el problema nuclear de Corea del Norte, ya presentado como posible por varios políticos estadounidenses, es probable solo en una situación inalcanzable en un futuro próximo, subraya Lankov.
Pérdidas inaceptables
Si EE.UU. pone en marcha el escenario de destrucción de las instalaciones nucleares en Corea del Norte, al igual que hizo Israel en Siria e Irak en el pasado, es muy probable que Pionyang responda con ataques de artillería contra objetivos estadounidenses y surcoreanos en Seúl.
"Un ataque semejante no puede por menos que llevar a una guerra de gran escala, que aunque termine con la victoria de EE.UU. y Corea del Sur, causaría pérdidas humanas y económicas inaceptables para EE.UU. y personalmente para Trump", aseguró el experto.
Sin embargo, el riesgo podría parecerle aceptable a Washington si Corea del Norte, que lleva varios años desarrollando un misil balístico intercontinental capaz de alcanzar a EE.UU., logra crear dicha arma.
"Claro que tal avance será considerado en EE.UU. como una amenaza directa", por lo que una prueba exitosa de un misil intercontinental "podría llevar a que Washington se atreva a lanzar un ataque preventivo con cierta probabilidad, aunque no demasiado alta", sostiene el especialista.
"Dado que realizar una prueba de un misil así es un asunto de años, nadie necesita lanzar un ataque preventivo contra Pionyang ahora mismo", concluyó Andréi Lankov.