China ha instado nuevamente a Estados Unidos a retirar su sistema de defensa antimisiles THAAD de Corea del Sur, luego de informes sobre lanzadores adicionales llevados al país sin que el presidente surcoreano Moon Jae-in fuera informado, informa Reuters.
Pekín está "muy preocupado" por los informes que dan cuenta sobre cuatro lanzadores adicionales del sistema THAAD que fueron llevados a Corea del Sur, según lo anunció la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying, en una conferencia de prensa en Pekín este jueves.
"El despliegue del THAAD por parte de EE.UU. en la República de Corea pone en peligro los intereses estratégicos de seguridad de China y perturba el equilibrio estratégico regional", aseveró Chunying y apuntó que la presencia del sistema antimisiles "va en contra de los esfuerzos de todas las partes para resolver el problema [en la península coreana] a través del diálogo y las consultas".
El Gobierno chino sigue sin convencerse de que el THAAD sea necesario para proteger a Seúl de una potencial amenaza nuclear planteada por Pionyang, como lo afirma Estados Unidos. El gigante asiático considera muy probable que los estadounidenses utilicen el poderoso radar del sistema antimisiles para monitorear las actividades militares de China.
"En estado de 'shock'"
Por su parte, el nuevo líder surcoreano, Moon Jae-in, ordenó una investigación al Ministerio de Defensa luego de que se revelara que "intencionalmente había quitado de su reporte la parte sobre la introducción de cuatro lanzadores del THAAD".
Según el portavoz del presidente, Yoon Young-chan, el presidente se encuentra "en estado de 'shock'" tras conocer sobre la entrega secreta acontecida la semana pasada.
Durante su campaña electoral, Moon Jae-in prometió retrasar el despliegue del THAAD y, además, discutir la medida con el Parlamento surcoreano, argumentando que el sistema antimisiles podría realmente hacer más daño que bien al país.
Una "medida puramente doméstica"
Sin embargo, este miércoles, el mandatario surcoreano aseguró al senador Dick Durbin, quien se encontraba de visita en el país, que la investigación del Ministerio de Defensa era una "medida puramente doméstica", que "no trataba de cambiar la decisión existente o de enviar un mensaje a Estados Unidos".
Moon Jae-in también envió a su principal asistente de seguridad a Washington para tranquilizar a las autoridades estadounidenses acerca de que los planes sobre el THAAD no serán cancelados, apunta Reuters.
EE.UU., por su parte, negó las especulaciones de que habían iniciado la entrega secreta del sistema THAAD, y el portavoz del Pentágono, Jamie Davis, subrayó que el Ejército estadounidense "trabajó estrechamente y fue totalmente transparente" con Corea del Sur sobre el tema.
"La creciente amenaza de misiles de Corea del Norte hace del THAAD una necesidad defensiva y la alianza entre Corea del Sur y Estados Unidos progresó lo más rápido posible para llevar este importante armamento a la República de Corea", concluyó Davis.