Cada año el Club Bilderberg, cuyos integrantes son apodados como los 'dueños del planeta' –desde políticos y banqueros hasta titanes empresariales y miembros de la realeza europea-, se reúne en un lugar lujoso y fuertemente vigilado para discutir el devenir mundial. Este año el encuentro de cuatro días está teniendo lugar en Chantilly, Virginia (EE.UU.), a solo unos kilómetros de la Casa Blanca.
Al igual que el año pasado en la alemana Dresde en esta ocasión el presidente de EE.UU., Donald Trump es uno de los temas principales sobre la mesa. La agenda de aspectos que se tocarán está coronada por el epígrafe 'La Administración de Trump: un informe de progreso', recoge el sitio web oficial del encuentro.
¿Marcando las pautas?
"¿Recluirán a Trump en un centro de detención por tuitear en clase? (…) si existe un lugar donde un presidente puede oír las palabras 'estás despedido', es en el Bilderberg", bromea el columnista Charlie Skelton en 'The Guardian'.
Según el mismo, la Casa Blanca "no se la juega" y ha enviado a algunas de "las grandes figuras del equipo Trump para defender a su jefe": el asesor de seguridad nacional Herbert Raymond McMaster, el secretario de comercio Wilbur Ross y el nuevo estratega de Trump Chris Liddell. Skelton se pregunta si el mandatario estadounidense recibirá "órdenes de actuación" tras el encuentro o si, por el contrario, seguirá actuando como hasta ahora.
Asimismo, los asistentes –131 personas de 21 países han confirmado su participación– al evento debatirán también sobre 'Rusia en el orden internacional', 'La guerra contra la información', 'Las relaciones transatlánticas', 'La dirección de la UE', 'La proliferación nuclear' o 'La alianza transatlántica de defensa'. Además se abordará la realidad de China y el crecimiento del populismo, entre otros asuntos.