A juicio de Evgueni Krútikov, analista militar del portal ruso Vzgliad, la vuelta al control del Gobierno sirio sobre su frontera con Irak puede convertirse en un pretexto para justificar una intervención occidental en el país árabe.
"Y lo peculiar de esta situación es que, esta vez, no pintarían como 'chico malo' a Bashar Al Assad, sino a Irán", sugiere el comentarista.
El contexto
Estas últimas semanas, las tropas del Gobierno sirio están manteniendo sus avances prácticamente en todas las áreas donde se llevan a cabo operaciones como respuesta a las acciones de las fuerzas de oposición.
Al mismo tiempo, la aviación rusa está actuando con regularidad contra las columnas de yihadistas que buscan dirigirse a las áreas de frente más importantes, principalmente, desde Raqa, la 'capital' del Estado Islámico en Siria.
Y el pretexto de Occidente
Sin embargo, ha surgido el peligro de que algunos factores externos puedan detener la exitosa ofensiva gubernamental.
Por ejemplo, la coalición proestadounidense de Irak ha mostrado su descontento porque no fue el Ejército sirio, sino una milicia chiita la que la semana pasada tomó bajo su control una parte significativa de la frontera sirio-iraquí.
En Bagdad, este hecho es visto como parte de un 'pérfido' plan de Teherán para organizar un corredor militar desde Irán hasta Siria a través del territorio iraquí y lograr así unas condiciones iniciales más favorables en la próxima ronda de conversaciones de paz que se celebre en la capital de Kazajistán, Astaná, o en Ginebra.
Estos temores geopolíticos, tan habituales en Oriente Medio, pueden influir, sin embargo, sobre las futuras acciones de los Estados occidentales y provocar una intervención en Siria, alerta el analista.