Estudio: El 65% de las cárceles estatales en México están controladas por el crimen organizado
El 65% de las cárceles estatales en México están controladas por el crimen organizado, asegura una investigación publicada por el Senado de la República de México y retomada por el Centro de Estudios Sociales y Opinión Pública (Cesop) de la Cámara de Diputados de este país. En ella se detalla que 189 de las 291 penitenciarías del país –cuyo manejo es responsabilidad de cada una de las 32 entidades de la República mexicana– está dominada prácticamente por dichas organizaciones delincuentes.
El informe de la Cámara de Diputados titulado 'Los centros penitenciarios en México. ¿Centros de rehabilitación o escuelas del crimen?' también detalla que el 51% de las cárceles mexicanas están sobrepobladas, en especial en los estados de México, Puebla, Jalisco y en la propia Ciudad de México. En promedio, de acuerdo con el documento, al día se registran tres conflictos o riñas, dos agresiones violentas y un homicidio.
Dicho estudio fue publicado semanas después de que se filtrara un video donde presuntos miembros del cártel de Jalisco Nueva Generación disfrutaban de una 'narcofiesta' al interior de una cárcel de máxima seguridad en el estado mexicano de Jalisco.
De acuerdo con el mismo informe del Cesop, actualmente se encuentran 233.469 personas privadas de su libertad, lo que ubica a México como el séptimo país a nivel mundial en cuanto a población carcelaria por debajo de EE.UU., China, Brasil, Rusia, India y Tailandia.
En entrevista con RT en Español, Jorge Carrillo Olea, el funcionario de seguridad que recibió a Joaquín 'El Chapo' Guzmán en 1993 cuando fue detenido en Guatemala, asegura que el Centro Federal de Readaptación Número 1, conocido como penal del Altiplano, cuenta con un sistema de seguridad similar a un "sombrero electrónico" diseñado para controlar la entrada y salida de comunicaciones y obtener información estratégica. Sin embargo, asevera, "toda esta tecnología se ha perdido por la incesante corrupción".
Olea, quien también estuvo a cargo del diseño del penal del Altiplano en 1991, afirma que por lo menos tres o cuatro veces al mes, los custodios inspeccionan las celdas para verificar que no haya agujeros, paredes falsas o compartimientos especiales. "Es un recinto cerrado, un espacio blindado: las cárceles como el Altiplano son impenetrables", dice. "Yo mismo diseñé en mis tiempos esa chingadera. ¡Es inviolable!", afirma. "Sin embargo es inviolable la instalación, pero no las personas que ahí trabajan. Desgraciadamente hay mucha corrupción", arguye Carrillo Olea.
RT: ¿Qué pasa con los sistemas permanentes de videovigilancia? ¿Hay manera de violar ese dispositivo de seguridad para una fuga perfecta como la que, en su tiempo, logró 'El Chapo' Guzmán?
JC: Es una intrusión en tu intimidad total y absoluta. Estás sentado en el excusado y te están filmando. Es desagradable. No existe la mínima privacidad. Mientras come o duerme, siempre es monitoreado el recluso. Eso es terrible, pero en el caso del capo sinaloense, parece que no lo era tanto.
José Luis Montenegro