La embajada de Catar en Rusia ha asegurado este miércoles que las declaraciones realizadas a un medio estadounidense en torno al supuesto ataque cibernético de 'hackers' rusos a una agencia de noticias catarí no han provenido de fuentes oficiales.
"Recientemente, el Estado de Catar ha sido objeto de un intenso ataque de información. La información sobre la participación de piratas informáticos rusos en el ataque a la página web de la Agencia de Noticias de Catar, transmitida por el canal de televisión estadounidense CNN, no procede de ninguna fuente oficial catarí", reza un comunicado de la embajada citado por RIA Novosti.
Sin embargo, Doha ha reconocido que efectivamente hubo un ataque y que buscará repercusiones para el o los responsables.
Noticias falsas
La cadena CNN ha publicado recientemente un material según el cual investigadores estadounidenses estiman que los 'hackers' rusos "atacaron" a la agencia y "publicaron un reporte basado en una noticia falsa". Según el material, el objetivo de los rusos sería "causar la ruptura entre EE.UU. y sus aliados". Una de las fuentes citadas señaló que nada ocurre en Rusia "sin la bendición del Gobierno".
Sin embargo, la cadena estadounidense no proporcionó en su material 'exclusivo' ninguna prueba para apoyar dichas sospechas, ni tampoco especificó de qué "oficiales" se trata.
Tanto el FBI como la CIA se han negado a comentar el reporte de la CNN. Por su parte, el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, ha tildado esta acción de "noticia falsa de turno".
Leña al fuego
Las tensiones en torno a la postura de Catar hacia la nación persa aumentaron a finales de mayo después de un escándalo de 'hackeo' y noticias falsas: la Agencia de Noticias de Catar, supuestamente 'hackeada', divulgó unas polémicas frases del emir de este país árabe, Tamim bin Hamad Al Thani.
Si bien Doha rechazó vehementemente la validez de esas afirmaciones, indicando que la agencia fue 'hackeada', los medios de comunicación de Emiratos Árabes Unidos, Al Arabiya y Sky News Arabia, entre otros, recogieron las historias, dándoles amplia cobertura y enfureciendo a los funcionarios de Catar.