El vice primer ministro ruso, Dmitri Rogozin, ha asegurado este miércoles que la industria y los científicos de su sector militar han ofrecido al Ministerio de Defensa de Rusia una versión viable de pronta recuperación de su escudo antimisiles, perdido tras la desintegración de la URSS, informa TASS.
Ese método de defensa "de próximo restablecimiento" incluirá los segmentos terrestre y espacial y, "una vez terminado el despliegue del Sistema Espacial Único", Rusia estará protegida por "una cúpula antimisiles", ha confirmado Rogozin.
El general Alexánder Golovkó, comandante de la Fuerza Aérea de Rusia, ya informó que el radar de alerta temprana de nueva generación Voronezh-DM desplegado en la región siberiana de Krasnoyarsk forma parte de ese sistema y entraría en servicio operacional antes de que finalice 2017.
Ese dispositivo, que manejan tanto oficiales de la Fuerza Aérea como ingenieros del sector industrial, es capaz de detectar blancos aéreos y misiles hipersónicos —con velocidades superiores a Mach 5— en un rango aproximado de 6.000 kilómetros al norte y nordeste del océano Pacífico y se encuentra en régimen de prueba desde finales del año pasado.
Rusia pretende crear una red de radares avanzados para rastrear y controlar cualquier peligro potencial en el espacio aéreo desde su propio territorio.