Los restos fósiles de un niño de 3,3 millones de años hallados en el noreste de Etiopía a principios de siglo siguen guardando numerosos secretos sobre la evolución humana, afirma el profesor de anatomía Zeresenay Alemseged.
Su histórico descubrimiento se produjo hace casi 17 años tras encontrar un fragmento de hueso malar que sobresalía de una roca, el cual llevó a una mandíbula, pedazos de un cráneo, clavículas, omóplatos, costillas y, lo más importante de todo, a la columna vertebral más completa de un antecesor del hombre jamás conocida.
Alemseged, profesor de la Universidad de Chicago, se encontraba entre el grupo de investigadores que recuperaron los fósiles de este 'Australopithecus afarensis' conocido como Selam o el niño de Dikika.
Selam bones! (📷 credit: Zeray Alemseged; link in previous Tweet) pic.twitter.com/7MAQsfZ39X— Caitlin S, PhD (@Paleophile) 23 мая 2017 г.
"Si se juntan todos los huesos, se tiene más del 60% del esqueleto del niño, que se remonta a 3,3 millones de años atrás, por lo que es más completo que el fósil del Australopithecus más famoso, el conocido como Lucy", afirmó el científico a 'The Washington Post'.
Selam ha revelado mucho sobre los antiguos parientes de los humanos. Pero uno de los hallazgos más impactantes se encuentra en su columna vertebral, que está adaptada para caminar erguido, algo que no se había sido nunca en esqueletos tan antiguos.
Se trata de una criatura cuya parte superior era simiesca pero cuya pelvis, piernas y pies tenían adaptaciones parecidas a las humanas, en otras palabras, como un "chimpancé caminando sobre dos patas", explica Alemseged.
La única prueba
No solamente se ha conservado de manera excelente, además nos cuenta que la segmentación de tipo humano emergió al menos 3,3 millones de años atrás
El informe publicado en PNAS, la revista oficial de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, muestra por primera vez esta columna vertebral, que es igual a la de los humanos tanto en la numeración como en su segmentación.
Aunque los científicos saben de la existencia de especies bípedas más antiguas, las vértebras fosilizadas de Selam son la única prueba sustancial de las adaptaciones bípedas en una columna de homínido.
"No solamente se ha conservado de manera excelente, además nos cuenta que la segmentación de tipo humano emergió al menos 3,3 millones de años atrás", comentó el experto.
Tecnologías avanzadas
Tras llevar 13 años usando utensilios dentales para separar los fósiles de la roca, Alemseged llevó los restos al laboratorio de radiación de sincrotrón de Grenoble (Francia), donde logró visualizar los huesos gracias a su tecnología de imágenes de alta resolución.
Las imágenes revelaron que el niño tenía una articulación de transición torácica-lumbar que también se ha hallado en otros fósiles de antecesores humanos, pero en el caso de Selam, posee una cantidad menor de vértebras y costillas que la mayoría de los simios.
Aunque lleva casi dos décadas estudiando a Selam, Alemseged cree que estos fósiles guardan aún más secretos para revelar al mundo moderno.
"La ciencia y tecnologías van evolucionando a tal ritmo que estoy seguro que dentro de unos años lograremos extraer aún más información", aseveró el investigador.