¿Racismo institucional?: Una indígena canadiense fue encarcelada con su violador

Las autoridades de Canadá investigan posibles brechas en su política penitenciaria después de que se haya hecho público que una mujer fue detenida y encerrada en el mismo penal que el hombre que abusó sexualmente de ella, informa 'The Guardian'.

La ministra de Justicia de Alberta, Kathleen Ganley, asegura que la encarcelada "fue víctima de un crimen horrible", reconoce que "no la tratamos con el respeto y la dignidad que merecía" asegura que, en este caso, "tanto las políticas como las personas fracasaron".

Asimismo, Ganley apuntó la posibilidad de que la rea, de orígen indígena canadiense, sufriera racismo institucional: "Me quita el sueño saber qué hubiera sucedido si fuera una mujer blanca y con hogar".

Sucesión de desgracias

Los hechos tuvieron lugar en la localidad de Edmonton en 2014: la víctima, cuya identidad está protegida, en ese momento no tenía casa y dormía en el hueco de la escalera de un bloque de apartamentos cuando un hombre la despertó con un cuchillo en la garganta.

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Esa mujer declaró ante un juez que Lance Blanchard, ya condenado por delitos sexuales, la subió de los pelos por las escaleras hasta su apartamento y la apuñaló de manera repetida al intentar resistirse. Cuando logró pedir ayuda, la encontraron repleta de heridas de arma blanca y con hematomas por los intentos de estrangulación de su asaltante.

Un año más tarde, la agredida se tuvo que enfrentar de nuevo a su agresor, esta vez durante una audiencia preliminar ante un tribunal. Los informes oficiales reflejan que el fiscal solicitó que pasara el fin de semana bajo custodia porque tenía problemas para mantenerse despierta y responder a las preguntas.

Cuando volvió a la corte, la damnificada rogó al juez que la dejara quedarse con su madre —"No vivo una situación agradable"—, prometió que volvería para responder a las preguntas y se quejó de su situación: "Soy la víctima y míreme, estoy esposada. ¿No se supone que tienes que cometer un crimen para ir a la cárcel?".

Sin embargo, el magistrado se negó porque estimó que existía riesgo de fuga, así que la mujer fue encerrada durante cinco noches en la misma cárcel que su atacante y, al menos en dos ocasiones, les llevaron al tribunal en la misma furgoneta.

Finalmente, Blanchard fue condenado por asalto sexual con agravantes, secuestro y retención ilegal. Meses después de que fuera obligada a testificar, la mujer fue asesinada en un tiroteo no relacionado con estos hechos.