Este viernes, el Tribunal Superior Electoral de Brasil absolvió al presidente Michel Temer y a su antecesora, Dilma Roussef, en el proceso que los acusaba de financiamiento ilegal de la campaña presidencial de la dupla en el 2014.
De acuerdo con medios locales, la decisión fue tomada tras una votación de 4 a 3, lo cual le permite al mandatario brasileño continuar en su cargo y rechaza la supuesta ilegitimidad de la elección.
Según la publicación, la mayoría de los ministros de la Corte no tuvieron en cuenta algunos testimonios de denunciantes como la compañía Odebrecht, ya que la ley electoral del país no permite la inclusión de estos elementos en el proceso.
El presidente de la Corte, Gilmar Mendes, cuyo voto fue decisivo, considera que la destitución del mandatario presidencial debe ser "una excepción" para evitar que se provoque una "inestabilidad política". "La casación del mandato debe ocurrir en situaciones inequívocas", aseguró.
Para Leandro Gabiati, experto en ciencias políticas, la salida del mandatario no resolvería la turbulencia en el país. "La crisis y la incertidumbre siguen totalmente presentes y tal vez más presentes todavía con Temer en el Gobierno. Esto no significa que si Temer saliese de la Presidencia la incerteza disminuiría", opina.
El panorama político en Brasil se encuentra nublado, con violentas protestas que han reventado recientemente alrededor del país. Aunque Temer ha dicho que no renunciará, tiene 16 pedidos de 'impeachment' y su antecesora, Dilma Rousseff, reclama de vuelta su cargo.