El presbítero Alejandro Solalinde es un incansable defensor de los derechos humanos y ha recibido múltiples premios por su labor de ayuda a los migrante. Entre ellos destacan la Medalla Emilio Krieger 2011, que otorga la Asociación Nacional de Abogados Democráticos; el Reconocimiento Corazón de León, que emite la Federación de Estudiantes de la Universidad de Guadalajara; y el Premio Nacional de Derechos Humanos, que le fue entregado a manos del presidente de México, Enrique Peña Nieto, el 10 de diciembre de 2012, por mencionar solo algunos.
Consciente de que su vida corre peligro, el también fundador del albergue Hermanos en el Camino, ubicado en la ciudad de Ixtepec, en el estado de Oaxaca, asegura a RT en Español que "México tiene un Gobierno que no se ha deslindado del crimen organizado", debido a la falta de voluntad política y a la corrupción, mismas prácticas que "no permiten destinar recursos económicos para el estudio de cuerpos y restos óseos hallados en fosas clandestinas en varios puntos de la República Mexicana".
Cuando se le cuestiona acerca de la ola de violencia que ha azotado al país en los últimos años, el padre Solalinde dice que "la seguridad no ha cumplido con el objetivo de salvaguardar la integridad de los mexicanos". Y agrega: "Para cubrir las necesidades de entre 110 y 115 millones de ciudadanos, tenemos 45.000 policías federales; mientras que la seguridad privada cuenta con más de 700.000 policías al servicio del Estado. Esto quiere decir que las autoridades en México no garantizan la seguridad pero sí la explotan o propician actividades lucrativas provenientes de la iniciativa privada. ¿Cree que eso es justo?", cuestiona el prelado.
RT: ¿A qué se debe esta ola de violencia que termina por exponer las peores prácticas de los seres humanos? En este caso me refiero al asesinato y, posteriormente, al hallazgo de cientos de cuerpos en fosas clandestinas.
A.S.: Yo creo que no existe un país como México, donde es fácil desaparecer personas, pero muy difícil volver a encontrarlas. Somos una región que ha caído en una espiral de violencia infinita y que tiene una profunda crisis de derechos humanos, así como una impunidad nunca antes vista. Actualmente, México tiene un Gobierno sumamente corrupto que no se ha deslindado del crimen organizado, ya que ejerce las peores prácticas desde las instituciones, lo que yo he denominado como el 'crimen autorizado'.
RT: Cuando dice 'crimen autorizado', ¿a qué o a quiénes se refiere?
A.S.: A las autoridades de México, tanto de seguridad como de procuración de justicia. Hablamos de fosas clandestinas, de familiares que en ocasiones tienen la suerte de hallar a los cuerpos de sus hijos, tíos o hermanos; pero que la mayoría de veces no pueden ni encontrar los cadáveres o los fragmentos, porque son restos de huesos calcinados que no alcanzan a tener materia genética para su estudio de ADN. ¡Es terrible!
RT: Usted dijo en marzo de este año que las fosas localizadas en la zona conurbada de Veracruz-Boca del Río "no son nada", que falta explorar los municipios de Coatzacoalcos, Acayucan, Tierra Blanca, Orizaba y Córdoba. ¿De cuántos cementerios ilegales estamos hablando?
A.S.: ¡De muchísimos! El día que yo fui a Veracruz, recibí cuatro llamadas de cuatro nuevos informes donde hay fosas clandestinas, y no sabemos cuántos cuerpos hay en cada uno. Pero no se puede acudir inmediatamente a estos sitios, porque es un delito federal estar escarbando y buscando restos humanos. Se necesita todo un protocolo para que las familias de los desaparecidos estén protegidas legalmente, y vayan en verdad a buscar esos cuerpos, pero sucede que no hay voluntad política para esclarecer estos hechos. Esa es la cuestión.
RT: ¿Lo han amenazado por decir lo que piensa y lo que sabe, respecto al caso de las fosas clandestinas en Veracruz, y otros temas que tienen relación con la delincuencia organizada en México?
A.S.: Sí, sobre todo en los últimos meses. Estoy sorprendido por tanto odio hacia mi persona.
RT: ¿Usted sabe de dónde proviene ese amedrentamiento?
A.S.: Sí, del crimen organizado y del crimen autorizado.
El Estado ausente
El padre Solalinde interrumpe la entrevista telefónica para RT, y del otro lado del auricular se escuchan saludos y bendiciones de su parte. Destacan risas y aplausos. Es bien sabido que el prelado se toma el tiempo para atender a cualquier persona que se acerque a él, ya sea para pedirle ayuda o un plato de comida. "Disculpe amigo –dice el presbítero de 72 años de edad retomando la conversación– usted sabe que en México falta mucho por hacer, y yo no pienso descansar hasta lograr, aunque sea, un pequeño cambio", asegura.
RT: Justo mi pregunta va en ese sentido, ¿hay voluntad política para acabar con la delincuencia y darles mayores garantías de seguridad a los mexicanos?
A.S.: Por supuesto que no, ¿cómo va haber voluntad política si en muchas entidades del país sucede lo mismo?, es decir, desapariciones forzadas, crímenes de lesa humanidad, secuestros, extorsiones o, lo que platicábamos hace un momento, el hallazgo de cientos de fosas clandestinas.
RT: ¿Qué está haciendo el Gobierno de Miguel Ángel Yunes, actual gobernador de Veracruz, para evitar que se reproduzcan los cementerios clandestinos en el estado que gobierna?
A.S.: Lo que tiene que hacer es apoyar, y sé que no hay dinero suficiente para investigar todas las fosas que hay en el estado, porque son muchas y cuesta bastante dinero estudiar una muestra de ADN de un solo fragmento óseo; y si a eso le suman miles de desaparecidos tan solo en el estado, ¡imagínese!, no alcanza el presupuesto. La verdad estamos en un serio problema, en un callejón sin salida. Necesitamos políticos que en verdad tengan la disposición de asumir este reto, y dignificar a las familias de los desaparecidos, así como imponer castigos ejemplares a los culpables de estos hechos tan atroces.
RT: ¿Usted le ha compartido esta exigencia al actual presidente de México?
A.S.: ¿Al presidente de México? Es inútil. Cómo le voy a expresar a Enrique Peña Nieto el pesar de todos los desaparecidos y de sus familias, si tiene el partido más corrupto que ha habido en la historia del país. Recapitulemos, ¿cuántos exgobernadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) están hoy en la cárcel? Tomás Yarrington, exgobernador de Tamaulipas, se encuentra preso en la ciudad de Florencia, en Italia; tenemos a Roberto Borge, otro exgobernador 'ilustre' del PRI, recluido en Panamá; y el peor de los casos, el que encabeza la presunta 'nueva generación del PRI', recluido en Guatemala, me refiero a Javier Duarte, exmandatario de Veracruz. Y estamos esperando a que caigan más. Por eso le comento, ¿para qué le exijo al presidente de México tal cosa? Él encabeza un narcoestado o una cleptocracia. ¿Usted cree que el presidente tiene autoridad moral o voluntad política para cambiar el rumbo del país? Claro que no, todos son lo mismo.
RT: ¿Ha pensado reunirse con el presidente de México, para tratar este tema personalmente?
A.S.: Claro, me he reunido dos veces con él, y no ha servido para nada. Es una persona que escucha, pero se le olvida al día siguiente lo que dijo o lo que prometió. Ni siquiera acepta que existe la realidad que estamos viviendo, él asegura que todo esto [violencia, fosas clandestinas, desapariciones] existe en la mente de uno, es decir, de quien lo piensa.
RT: ¿Qué podemos esperar los mexicanos de un Gobierno, como el de Enrique Peña Nieto, que ha sido insensible —como lo mencionó usted— ante las víctimas de desaparición forzada y del crimen organizado?
A.S.: No podemos esperar nada, ya no podemos darle el beneficio de la duda. Solamente toca esperar a que se vaya el PRI del poder ejecutivo, y que comience un nuevo ciclo en el año 2018, a ver si hay alguien que en verdad tenga la voluntad política para hacer un cambio verdadero.
José Luis Montenegro