Un niño de tan solo cuatro años de edad ha fallecido a principios de junio en la ciudad de Houston (Texas, EE.UU.), casi una semana después de haberse bañado en un dique. La familia de Francisco Delgado ha confirmado esta semana que la causa de la muerte del pequeño fue el ahogamiento seco.
¿Qué pasó con el niño?
Según ha confesado la familia a la revista estadounidense 'People', el niño estuvo bañándose cuando lo hizo tumbar una ola y su cabeza quedó bajo el agua. El menor fue de inmediato sacado del agua por sus padres y pasó el resto del día en aparente buen estado. Sin embargo, al día siguiente por la noche el niño empezó a vomitar y sufrió de diarrea. En un hospital señalaron que se trataba de un virus estomacal, por lo que los padres decidieron tratar a su hijo en casa.
A lo largo de los días siguientes Francisco siguió con malestar. Casi una semana después de nadar, el niño se despertó con dolor en un hombro. Luego, quedó inconsciente.
Frankie Delgado's family shared the Texas boy's story, hoping to prevent other children from dying. https://t.co/J6vaifb3jNpic.twitter.com/VDmslHEDSk— World Health News (@WorldHealthNews) 9 июня 2017 г.
Los médicos intentaron la reanimación cardiopulmonar del niño, pero no consiguieron salvarlo. Se especificó que el pequeño murió por ahogamiento seco. Según CBS News, los médicos encontraron líquido en los pulmones y alrededor del corazón del pequeño.
¿Qué es el ahogamiento seco?
El ahogamiento seco sucede cuando, tras sumergirse en el agua, las cuerdas vocales de la persona experimentan un espasmo y se cierran, lo que dificulta la respiración, según ha explicado Mike Patrick, médico de emergencia del hospital Nationwide Children's Hospital en Columbus (Ohio, EE.UU.) citado por el portal Live Science. Cuando eso ocurre, la respuesta del cuerpo es enviar líquido a los pulmones para que se abran las cuerdas vocales.
Sin embargo, este proceso puede llevar líquido en exceso a los pulmones. Esta condición es designada como 'edema pulmonar'. Los síntomas de ahogamiento seco suelen surgir a lo largo de una hora después de que la persona se viese sumergida en el agua.
Además, existe otro peligro, que es el 'ahogamiento secundario', que sucede cuando el agua diluye o quita el surfactante pulmonar, una sustancia necesaria para prevenir que las pleuras se peguen y colapsen. Patrick ha aclarado que en este caso el cuerpo no puede intercambiar dióxido de carbono y oxígeno, lo que lleva al edema pulmonar. Los síntomas surgen a lo largo de las 24 horas tras sumergirse en el agua.
Consejos
Patrick ha estimado, que estos tipos de ahogamiento afectan a un 5% de los niños que se sumergen en el agua y tienen problemas en recuperar la respiración.
Se recomienda que si el niño se ve sumergido en el agua, sus padres les presten atención especial durante las primeras 24 horas tras el hecho. Si el pequeño sufre dificultades de respiración, resuella, tose o tiene malestar en el pecho, hay que pedir ayuda médica de inmediato.
Lección aprendida
Los padres de Gio Vega, de dos años, de la localidad de Fort Collins (Colorado, EE.UU.) han logrado salvar a su hijo por reconocer los síntomas de ahogamiento seco, tras leer por la Red acerca de la trágica historia de Francisco, indica el canal WTHR.
El bebé tragó agua mientras estuvo en una piscina el pasado 7 de junio, y más tarde tuvo fiebre y dolor de cabeza. Tras conocer los síntomas de esta rara condición, la familia llevó al niño de inmediato al hospital. El pequeño tenía "una cantidad significativa de líquido" en los pulmones.
"Si esperáramos durante una noche, probablemente no sobreviviría", señaló el padre Garon Vega.