¿Pueden Riad y El Cairo bloquear el suministro del gas catarí a Europa?

Una parte significativa de las exportaciones de gas natural licuado de Catar pasa a través del canal de Suez, controlado por Egipto, que se unió a las represalias diplomáticas impuestas contra Doha.

Catar es el productor más grande del gas natural licuado del mundo. En el país funcionan once fábricas, que producen más de 80 millones de toneladas de gas anualmente. Sin embargo, el conflicto diplomático con Catar ha generado mucha preocupación por la posible suspensión de suministros del gas al mercado europeo, destaca el diario 'Pravda'.

El martes 6 de junio, el vicepresidente de la junta directiva del gigante gasístico ruso Gazprom, Alexandr Medvédev, no descartó que la tensión entre las monarquías del Golfo pudiera afectar a las exportaciones de gas natural licuado. "No sé si sucederá o no. Cuando el mercado tiembla por una u otra razón, es más interesante para los especuladores, que ganan con las fluctuaciones", dijo.

El diario advierte que la interrupción de suministros de gas catarí podría convertirse en realidad, ya que una parte significativa de las exportaciones pasan a través de Egipto, que se unió a los países que rompieron relaciones diplomáticas con Doha. Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos también podrían prohibir que buques cataríes usaran sus aguas para exportar su gas al mercado global.

Sin embargo, en caso de bloqueo por parte de Riad y Abu Dabi, los petroleros cataríes podrían navegar por el estrecho de Ormuz que pertenece a las aguas territoriales de Irán y Omán. En la crisis actual entre las monarquías del Golfo, recuerda Pravda, Omán permanece neutral y es posible que incluso esté listo para respaldar a Catar.

Los consumidores principales del gas natural licuado catarí –Japón, China, Corea del Sur e India, así como diversos países europeos– ya han expresado su preocupación por el posible cese de abastecimiento y esperan que Egipto garantice el acceso de los tanqueros cataríes al canal de Suez.

Por su parte, Doha se siente decepcionada por la decisión de El Cairo de suspender lazos diplomáticos, escribe el medio. En 2013, el emir catarí otorgó al Gobierno egipcio un préstamo de 5.000 millones de dólares y prometió invertir otros 18.000 millones de dólares si El Cairo cedía parcialmente a Doha sus derechos de propiedad sobre el canal de Suez. A pesar de que se pueda entender el deseo de Catar de controlar esta estratégica vía de navegación que conecta a Asia con Europa, admite el autor del artículo, en la realidad actual de Medio Oriente ese sueño catarí no parece para nada factible, concluye.