Un conductor ebrio ingresó en el estacionamiento de una comisaría de Orihuela (Comunidad Valenciana, España), estrelló su vehículo contra un muro y, cuando los agentes de Policía se acercaron a comprobar qué sucedía, preguntó si quedaban habitaciones, informa 'La Crónica'.
Parece que al chofer, que rondaba los 30 años, el navegador GPS le causó una mala pasada y le indujo a pensar que se encontraba en un hotel. La prueba de alcoholemia que realizaron los oficiales ofreció un resultado de 0,71 miligramos por litro, casi el triple de la tasa máxima permitida en territorio español.
Lo consigue... entra en Jefatura, topa con el muro y pregunta si nos quedan habitaciones🏨 Prueba de alcoholemia 0,71mg/l 🍺🍹🍸Se queda😱😱 pic.twitter.com/ebAoCZRnRg— Policía Local (@plorihuela) 11 de junio de 2017
Las autoridades permitieron que el intoxicado contactara con algún familiar para que lo fuera a buscar y, en el momento de realizar la llamada, el hombre insistió en que se encontraba en un hotel.
Ahora, deberá afrontar un juicio por conducir bajo los efectos del alcohol.