Miradas al vecino del norte: ¿Qué hay detrás del lío entre Venezuela y Perú?
"Saque sus fúnebres manos de Venezuela", escribió el martes la canciller Delcy Rodríguez en un tuit dirigido al presidente de Perú, Pedro Pablo Kuzcynski.
¿Qué motivó la fuerte reacción de la jefa de la diplomacia venezolana en contra del mandatario? En principio, las declaraciones que Kuzcynski diera en España al sugerir que debería buscarse un "mecanismo de arbitraje" para solventar la crisis política de Caracas, lo que ha sido visto por el gobierno bolivariano como una injerencia inadmisible.
.@ppkamigo saque sus fúnebres manos de Venezuela, Patria de grandes Libertadores y Libertadoras de nuestra América! No podrán con Venezuela
— Delcy Rodríguez (@DrodriguezVen) 13 de junio de 2017
Pero el mar de fondo de esa propuesta, advierte el internacionalista Jean Paul Mertz, es una disputa diplomática en la derecha regional "para mostrar su utilidad a EE.UU. su utilidad y, por tanto, su merecimiento de ayuda económica no militar a través de agencias como la Usaid".
Vieja rencilla
Kuczynski fue el primer presidente de América Latina en reunirse con el más reciente inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump. En ese encuentro se dieron las palabras del mandatario peruano, quien dijo que la región era para EE.UU. como un "perro simpático que no genera problemas", a excepción, claro, de Venezuela.
Para Caracas fue una afrenta. Desde entonces, los pronunciamientos de ambos gobiernos han ido en escalada, pero no es la primera vez que hay una postura beligerante de Lima. Mertz recuerda la ruptura de relaciones que hubo entre el ex mandatario Alejandro Toledo y Hugo Chávez; la "actitud confrontativa" de Alan García contra la Revolución Bolivariana y "la vacilación, seguida de acciones injerencistas" de Ollanta Humala contra Venezuela.
La razón, esgrime Mertz, tiene que ver con que "la diplomacia peruana se encuentra en manos de familias pertenecientes a la oligarquía limeña, una de las de mayor rango y duración en el poder en el continente, cerrada a cualquier noción de cambio social, y que a través de un supuesto multipartidismo mantienen vigentes las medidas políticas y económicas de derecha". Y, en ese entramado, Venezuela aparece en contravía.
La llegada de Kuczynski al poder, insiste el analista, aguza el carácter neoliberal del gobierno peruano y, con ello, su alineación con EE.UU., en momentos en que el gobierno norteamericano ha previsto una reducción de casi 30% del presupuesto de Departamento de Estado y el aumento de la ayuda a Israel, "limitando la cantidad neta a percibir por parte de los países de América Latina. Hay una pugna por esos recursos".
¿Ayuda o no?
Perú, desde la era Chávez, manifestó su renuencia a mecanismos de integración regional como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) o la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), impulsados especialmente por Caracas.
Si América Latina tiene algo de solidaridad, tenemos que buscar la solución para Venezuela. pic.twitter.com/485B1lSkqP
— PedroPablo Kuczynski (@ppkamigo) 12 de junio de 2017
En paralelo, Lima promovió los tratados de libre comercio con bloques comerciales hegemónicos, en abierta oposición a las propuestas económicas de izquierda, recuerda Mertz, "aunque para la negociación de los mismos tuvieran que renunciar a gran parte de su soberanía".
Ahora, en medio de la crisis política que enfrenta Venezuela, Perú se propone como un país "crítico" del gobierno de Maduro que podría formar parte del mecanismo de arbitraje -junto a otras cinco naciones- para la resolución del conflicto. Caracas, a juzgar por el precedente, ya descalificó el ofrecimiento: "Es bochornoso que un mandatario latinoamericano acuda a sus amos coloniales para intervenir una nación soberana".
Nazareth Balbás