Así pone Trump fin a los años de austeridad en las Fuerzas Armadas de EE.UU. desde George W. Bush
Vasili Kashin, analista del Centro de Estudios Europeos e Internacionales de la Escuela Superior de Economía de Moscú, ha analizado en una entrevista para el diario 'Vzgliad' la situación en la que se encuentran actualmente las Fuerzas Armadas estadounidenses. Según este experto, su potencial se ha ido reduciendo paulatinamente desde que se aprobaran distintas medidas de austeridad como la reducción de la construcción de aviones de caza F-22 durante la presidencia de George W. Bush.
Más tarde, ya con Barack Obama en la Casa Blanca, el número de efectivos del Ejército de Tierra también descendió después de que EE.UU. retirara la mayor parte de tropas que tenía desplegadas en Afganistán e Irak. Kashin también hace hincapié en los problemas de renovación de su material bélico. Por poner un ejemplo, la edad media de sus cazas es de más de 25 años.
Con el aumento de las capacidades de Rusia y China, EE.UU. se enfrenta a nuevas amenazas, por lo que "tiene que dejar de concentrarse en guerras de contrainsurgencia y prepararse a ritmo acelerado para guerras convencionales contra otras grandes potencias", opina Kashin, agregando que "es difícil realizar esos cambios en un contexto de reducción de presupuestos militares". No obstante, según el experto, resulta difícil habar de una decadencia de las Fuerzas Armadas de EE.UU., ya que sigue contando con el ejército más poderoso del mundo, superando a los de Rusia y China "en muchas áreas por su nivel técnico".
Con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, sin embargo, ya se empiezan a ver grandes cambios. El republicano dio a su secretario de Defensa, James Mattis, plenos poderes para cambiar el número de tropas estadounidenses en Afganistán, informa Reuters. Si se cumplen las demandas del Pentágono, EE.UU. enviará al menos 3.000 militares a Afganistán, que se sumarían a los 8.400 que ya se encuentran allí.
Asimismo, Mattis ha declarado que el sistema antimisiles necesita ser ampliado y por lo tanto una mayor inversión, así como también ha solicitado adquirir nuevos aviones, helicópteros y submarinos nucleares. En ese sentido, se ha avanzado en el Congreso una propuesta para aumentar las asignaciones destinadas al Pentágono en 52 mil millones de dólares, con lo que el presupuesto militar de EE. UU. llegaría a los de 639 mil millones.