Un hombre sin hogar cumple un arresto domiciliario en Estambul (Turquía) pero, como no vive en ningún inmueble, su castigo es no abandonar una zona pública confinada próxima a una estación de autobuses, que consta como su dirección oficial, informa 'Hurriyet Daily News'.
El 14 de abril, Baris Alkan fue detenido por consumo y venta de droga. Un fiscal solicitó su detención, pero un juez rechazó esa demanda y estableció una medida de control que se suele aplicar a las personas que residen en una vivienda.
El abogado de Alkan, Oktay Ozer, subraya que el condenado "duerme al aire libre", con lo cual no puede sufrir ese castigo: "¿Cómo se va a aplicar". Sin embargo, el letrado añade que en Italia se dictó una sentencia similar hace 10 años.
¿Cómo se aplica?
Este 'sintecho' ha comenzado a cumplir su condena en un área vacía rodeada de placas de metal. Como las autoridades han confiscado su teléfono, la única manera de comunicarse con él es recorrer el vecindario y preguntar a alguien que lo conozca.
Alkan tiene prohibido abandonar el lugar —que también es el 'hogar' de muchas otras personas— y está a la espera de que se resuelva su caso. "La Policía me detiene en todas partes" y, "si salgo, dicen que es 'un crimen'", explica el damnificado.