El reportero Adam Harvey, de la cadena ABC Australia, se está recuperando tras haber sufrido un impacto de bala mientras cubría un enfrentamiento en la ciudad filipina de Marawi, que fue atacada por rebeldes islamistas. El hombre ha sido sometido a una cirugía en Manila, con el fin de extraerle la bala del cuello, reporta ABC.
Este jueves, Harvey se encontraba en la primera línea de fuego con un chaleco antibalas y un casco. No tuvo ningún inconveniente allí hasta que se trasladó a la llamada zona segura, donde fue alcanzado por una bala. Posteriormente, el reportero comentó a ABC que sintió algo parecido a un apuñalamiento.
Thanks everyone - I'm okay. Bullet is still in my neck, but it missed everything important. pic.twitter.com/PBYfdrTTa6— Adam Harvey (@adharves) 15 июня 2017 г.
Tras una prueba con rayos X en un hospital, el periodista supo que tenía la bala alojada en el cuello. "Puedo ver la bala en mi cuello. […] ¡Es escalofriante!", afirmó Harvey al ver la radiografía.
Se informa que la bala no alcanzó ninguna zona importante, y que se detuvo a un centímetro a la arteria carótida. El periodista ha tuiteado la imagen de la radiografía acompañada con un mensaje que rezaba: "Suerte".
Lucky. pic.twitter.com/2ZPYZfidO9— Adam Harvey (@adharves) 15 июня 2017 г.
Asimismo, el corresponsal informó que el doctor local Emmanuel Ibal tardó una hora para retirar el proyectil. "Es una leyenda", elogió Harvey.
What a legend - Dr Emmanuel Ibay - spent an hour teasing bullet from my neck. It stopped 1cm from the carotid artery. 'Home run' if it hit. pic.twitter.com/EJfpo16TVm— Adam Harvey (@adharves) 16 июня 2017 г.
Según ABC, se trata del primer corresponsal herido en el conflicto en Marawi. Se estima que Harvey necesitará unos días para recuperarse completamente.
- Combatientes del grupo Maute, vinculado al Estado Islámico, tomaron la ciudad de Marawi (isla de Mindanao) el pasado 23 de mayo.
- El mismo día, el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, declaró la ley marcial en toda la región.
- Los enfrentamientos entre el Ejército filipino y los islamistas del grupo Maute dejaron un saldo de más de 175 víctimas.