La 'retirada' de Trump: Delega en el Pentágono la toma de decisiones sobre las tropas en Afganistan
El presidente Donald Trump ha implantado "un modelo deprimente" al entregar al secretario de Defensa, James Mattis, la competencia de enviar más tropas a Afganistán, algo que no tiene parangón, ya que tales decisiones emanan del mandatario, escribe para la revista 'Foreign Policy' el experto Micah Zenko de la institución Consejo de Relaciones Exteriores (CFR, por sus siglas en inglés).
La información sobre esta cesión de poder fue difundida este martes por los medios estadounidenses, después de que el pasado mes de abril Trump diera al Pentágono una autorización similar para decidir el volumen de las operaciones militares en Siria e Irak. Simultáneamente, la Casa Blanca ha dejado de informar regularmente sobre las tropas estadounidenses desplegadas en estos dos países con el objetivo de "esconder las realidades de guerra de sus ciudadanos", asegura el experto.
Esta entrega de competencias del comandante en jefe, significa que Trump "deriva su propia responsabilidad a un general de la Marina extremadamente popular y vistoso", James 'Perro rabioso' Mattis. Y esto —según el experto— es un paso "particularmente equivocado", si se tiene en cuenta que el propio Mattis se ha manifestado a favor de cambiar "la estrategia básica" en Afganistán, llevándola mucho más allá de su capacidad de secretario de Defensa e involucrando a diplomáticos de la Secretaria del Estado y a funcionarios del Gobierno.
Victoria con 'v' minuscula
Durante su campaña electoral, Donald Trump declaró que nunca enviaría soldados al combate si no es "absolutamente necesario", y que lo haría solo "teniendo un plan para una victoria con 'V' mayúscula, recuerda al experto. Sin embargo, ahora quiere permitir a Mattis que envíe unos miles de soldados a Afganistán sin "una estrategia clara ni objetivos definidos", se lamenta.
Mattis aseguró este martes al Senado que revelará detalles sobre su estrategia para Afganistán en las próximas semanas, si bien no pudo describir claramente sus objetivos, más allá de su promesa de "hacer las cosas de forma diferente", escribe el experto. Contrariamente a lo dicho en febrero por el comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, John Nicholson, que afirmó que la guerra estaba "estancada"; Mattis repuso: "no estamos venciendo ahora mismo, pero cambiaremos esto lo antes posible".
En cualquier caso, Mattis no pudo explicar de manera clara qué entiende como victoria y no ofreció términos para evaluarla, asegurando que ayudará al Gobierno de Afganistán a "disminuir la violencia" y prometiendo "una era de tiroteos frecuentes" que requerirá "el cambio de nuestro enfoque en los próximos años".
9.000 soldados estadounidenses sirven en Afganistán, junto con 25.000 contratistas militares, de los que 9.522 son estadounidenses. 2.350 tropas estadounidenses han muerto durante la campaña afgana, mientras que la cantidad de grupos extremistas ha crecido de manera exponencial, reza la publicación.