El delantero del Real Madrid, Cristiano Ronaldo, podrá abandonar el club español si pagan por él 1.000 millones de euros, según indicó el presidente de la entidad, Florentino Pérez.
Ronaldo, quien ha sido acusado de evasión de impuestos por valor de 14,7 millones de euros, por lo que podría enfrentarse a hasta cinco años de prisión, ha decidido abandonar el club y el país por el tratamiento que recibe.
El presidente del club 'merengue' afirmó a la emisora Onda Cero que todavía no ha hablado con Cristiano y que se enteró de su intención por la prensa.
Indicó que no considera su marcha, por lo que llamó a no sacar conclusiones, aunque envió un claro recado al jugador portugués y a cualquiera que quiera hacerse con sus servicios: "Tiene un contrato con una cláusula de 1.000 millones de euros".
Medios deportivos ya apuntan los posibles destinos para Ronaldo. El portugués podría volver al Manchester United o unirse al Paris Saint-Germain o al Manchester City. Otros lo ubican incluso en el fútbol chino.
Acusaciones de evasión fiscal
La Fiscalía española ha acusado formalmente al futbolista portugués de cuatro delitos de evasión de impuestos, que suponen un fraude tributario de 14,7 millones de euros.
Según la denuncia, estos delitos contra la Hacienda Pública de España habrían sido cometidos de forma "voluntaria" y "consciente" entre los años 2011 y 2014, período en que el deportista se habría aprovechado de una estructura societaria creada en el 2010 para ocultar las rentas generadas por los derechos de imagen.
Las cuotas del supuesto fraude alcanzan los 1,39 millones de euros en el 2011; 1,66 millones en el 2012; 3,2 millones en el 2013 y 8,5 millones en el 2014. Según la legislación española, los montos de defraudación que superen los 120.000 euros se convierten en delito, que es penado con prisión de 1 a 5 años.
La sociedad que manejaba durante este tiempo los derechos de imagen de Ronaldo estaría ubicada jurídicamente en un paraíso fiscal, en las Islas Vírgenes Británicas.
La Fiscalía denuncia que la declaración del Impuesto Sobre la Renta entre los años 2011 y 2014 del portugués reflejaban unos 11,5 millones de euros por concepto de explotación de su imagen, cuando las rentas verdaderas fueron de casi 43 millones de euros.