La posibilidad de erupción del supervolcán situado bajo el Parque Nacional de Yellowstone (en el noroeste de EE.UU.) se ha vuelto una vez más un tema central para los catastrofistas después de que los sismólogos advirtieran este mes sobre el incremento de su actividad y la subida alarmante del número de terremotos en la zona.
Científicos de la Universidad de Utah que monitorean el supervolcán han registrado del 12 al 19 de junio 464 terremotos; el más potente de ellos ocurrió el 15 de junio y tuvo la magnitud de 4,5 puntos.
"El foco del sismo se localizó en el Parque Nacional de Yellowstone, a unos 13 kilómetros al norte-noreste de la ciudad de West Yellowstone, en el estado de Montana", explicaron los investigadores. "El terremoto se sintió en las ciudades de West Yellowstone y Gardiner, en el Parque Nacional de Yellowstone, y en otros lugares del área circundante", detallaron.
Estos datos hacen salir a la luz las voces de expertos que advierten que existe una probabilidad del 10% de que se produzca un grave terremoto de magnitud 7 , lo que tendría resultados catastróficos en la región. El destacado físico Michio Kaku hasta llegó a señalar en 2016 que de producirse este desastre natural en el parque nacional, "sacaría las tripas a Estados Unidos".
Los supervolcanes se llaman así porque su potencia puede superar hasta en cien veces la de los volcanes convencionales. Por este motivo, suponen un peligro para ciudades y civilizaciones enteras con millones de víctimas potenciales si llegaran a erupcionar. En el caso de Yellowstone, toda América del Norte podría convertirse en un gran cementerio bajo cenizas y el planeta viviría durante varios años en un "invierno volcánico".